jueves, 25 de septiembre de 2014

Historia del Arte (8)

El arte del Antiguo Egipto 
(Última Parte)


Relieves del cielo raso del Templo de Hathor en Dendera, s. I aC
El Período Tardío comienza con el intento de restauración de la época Saita -período de 200 años que comprende las dinastías XXVII-XXX, c. 525-332 aC-, en el que Egipto se tambaleó entre el gobierno persa y cortos períodos en los que faraones nativos lograron nuevamente el control hasta que en el año 343 aC los persas conquistan Egipto por última vez, finalizando el reinado de Nectanebo II. A partir de allí se sucederán faraones extranjeros, primero persas y después, luego de la conquista de Egipto de Alejandro Magno en 322 aC, griegos. Con la muerte de Cleopatra, última de los faraones Ptolomeos, en el 30 dC, la teocracia egipcia se extinguirá, y la región se convertirá en una provincia romana, dando fin a una civilización de tres milenios. 



El periodo Saita

En este periodo los templos de Dendera, Edfí y Filé representan el último florecimiento de la arquitectura monumental . En sus pilonos y salas los bajorrelieves siguieron los cánones tradicionales.

Bajorelieves del Templo de Edfí, construido durante el periodo helenístico entre 237 y 57 a.C
En un principio las tumbas se siguieron horadando en los acantilados rocosos del desierto occidental y decorándose con relieves y pinturas semejantes a las de las mejores composiciones de la XVIII dinastía. De entre ellas destacan las de Montehet, la de Ibi y la de Petamenofis. 

Imagen de la tumba de Montemhet que se encuentra actualmente en el Metropolitan Museum, c. s. IV aC
Más tarde abandonaron estos lugares y el Valle de los Muertos definitivamente, para realizar los enterramientos en lugares secretos en el Delta, por miedo a los saqueadores. 

Durante este período, a pesar que existen obras inspiradas en el Imperio Nuevo, existe una gran cantidad de obras con influencia de las imágenes creadas para las construcciones de Saqqara y Gizeh, del Imperio Antiguo, llamándose Arte Neomenfita, al conjunto de imágenes que imitan las imágenes de sus cánones escultóricos. Esta vuelta a los cánones del Imperio Antiguo, se corresponde con la necesidad de contrarrestar las influencias extranjeras introducidas durante el reinado de las dos anteriores Dinastías extranjeras. Las artes figurativas, mantienen el grado de belleza y de ejecución que en las dinastías precedentes, realizadas en piedras oscuras y duras. En las representaciones humanas destaca la elegancia y suavidad de las formas, la perfección del acabado de la superficie y la estilización de los rostros, negándose desde el principio al realismo kushita. Al acabar la dinastía saíta, se observa una vuelta al realismo, mezclando las facciones de los rostros y la sonrisa saítica con el realismo en arrugas de la edad. Entre las imágenes de divinidades sobresale la Estatua de la Diosa Thoeris.

Esta escultura, iconográficamente híbrida con cabeza de hipopótamo, cola de cocodrilo y garras de león, representa a la diosa de los partos en pie en actitud de caminar sobre sus patas traseras, que concluyen en garras de felino. Los brazos, de forma humana, también concluyen en garras similares, las cuales se apoyan en dos lazos de la diosa Isis dispuestos a modo de signos jeroglíficos. En origen esta imagen llevaba sobre su peluca la corona de la diosa Hathor, de la cual actualmente sólo resta el soporte cilíndrico, albergando en la columna dorsal una inscripción dedicatoria. Museo del Cairo, XXVI Dinastía, s. IV aC.
Las escasas esculturas exentas de los faraones, nos muestran un alejamiento del estilo realista de las anteriores dinastías. Delatan una falta de espíritu, a pesar de la maestría y sofisticación de los trabajos realizados. Estas imágenes, la mayoría de ellas fragmentadas, destacan por su excelente calidad, tal como se percibe en la Cabeza de una estatua del faraón Amasis.

Cabeza del faraón Amasis, s. I aC.

La estatuaria privada refleja la importancia de los funcionarios en ésta época. Suelen tener posturas de sereno aplomo propias del Imperio Antiguo. Cabe reseñar la Estatua sedente de Petamenofis sentado, del Museo Egipcio de El Cairo, realizada en alabastro, cuyas formas corporales, redondo rostro y ojos mirando hacia arriba, se relacionan con la estatuaria del Imperio Antiguo, y la Estatua del escriba Nespekashuti, del mismo museo, ejecutada en esquisto verde, donde el personaje aparece como un escriba sentado, de amplio torso y piernas cruzadas (aparecen la curva del tórax, anchas caderas y peluca sin raya). Todo esto la alejan del patrón clásico. El material, el tratamiento de los detalles, la precisión del contorno y el acabado de la superficie corresponden a los caracteres propios de esta época. Claro exponente del grado de calidad artística de los escultores saítas.

Estatua del escriba Nespekashuti
De los retratos de ancianos, ejecutados en piedra verde, sobresale el que tiene de nombre Cabeza Verde de Berlín. Son auténticos retratos, pulidos con gran esmero (magistral tratamiento plástico) sobre todo en la zona de los ojos y las cejas. La Cabeza Verde de Berlín, el escultor aborda el tratamiento de la estructura ósea de la cabeza. El realismo ilustra la influencia de los antiguos modelos egipcios, al mismo tiempo que guía las formas que caracterizarán la retratística greco-romana.

Cabeza verde de Berlín
Los escultores saítas, además crearon figuras de animales sagrados con bronce -con este material también figuras de dioses- Imágenes de gatos, halcones, monos, ibis y perros demuestran la influencia de estos animales en los artesanos de la época.


El Egipto Greco Romano

Desde el final del Imperio Nuevo los egipcios fueron gobernados en algunos periodos por reyes de otras naciones pero mantuvieron su cultura y costumbres artísticas hasta la época de dominación romana. Durante el periodo ptolemaico se produjo un gran desarrollo del arte, se construyeron nuevos templos, el Museo y la Biblioteca de Alejandría, y el Faro de Alejandría. Se helenizan las formas en la escultura.

Reconstrucción gráfica del faro de acuerdo a un estudio realizado en 2006.
Destacan los templos erigidos o completados durante la dinastía Ptolemaica: 

Templo de Jnum en Esna
Templo de Jnum en Esna (sala hipóstila), única parte en pie hoy día (construida ya bajo dominación romana, s. I dC)

Templo de Horus en Edfu
Vista interna de los pilonos del Templo de Edfu, dedicado al dios halcón Horus y construido durante el periodo helenístico entre 237 y 57 a. C. 

Templo de Sobek y Haroeris en Ombos
Templo de Sobek y Haroeris en Ombos. Lo comenzó a construir Ptolomeo VI en el siglo II a. C., siendo Kom Ombo capital del primer nomo del Alto Egipto, y lo terminó Ptolomeo XII en el siglo I a. C. El emperador romano Augusto le añadió el pilono de la entrada hacia 30 a. C.

Templo de Isis en File
Templos de File en el islote de Agilkia (porque la isla File quedó inundada por el embalse de la presa de Assuán).  A partir de Nectanebo I, faraón de la dinastía XXX, comenzaron a erigirse edificaciones sacras de cierta importancia en la isla. Los lágidas continuaron ampliando el complejo y, posteriormente, algunos emperadores romanos como Augusto, Tiberio, Trajano y Adriano, ordenaron construir más edificaciones. El culto a la diosa perduró hasta el siglo VI, cuando el emperador romano de oriente, Justiniano I lo proscribió. 

Templo de Hator en Dendera
Templo de Hator en Dendera. La construcción comenzó bajo el reinado de Nectanebo I, el último de los faraones nativos (381-364 a.C), continuó bajo los reyes Ptolomeos y cuando Egipto se convirtió en provincia romana, en el s. V dC. se le agregó una basílica cristiana.

Durante la Dinastía Ptolemaica y en la dominación romana de Egipto hubo manifestaciones pictóricas que se aproximaron a las convenciones del arte helenístico y arte romano, como los retratos de El Fayum.

Retrato de la momia de una joven, siglo II, Louvre, París.

Alejandría era una escuela de escultura griega con características especiales que eran diferentes de otras escuelas helenísticas de arte. Un estudio de la escultura ptolemaica demuestra que la mayor parte de las piezas que fueron hechas en Alejandría eran de estilo griego, pero a pesar de esto, las piezas tenían elementos combinados. Por ejemplo, la pieza que representa la cabeza de Alejandro Magno está en estilo griego, pero está hecha de granito o basalto; ambos eran materiales considerados extraños en el arte griego. También, una estatua que retrata a un rey o a una reina de la dinastía ptolemaica esta esculpida en estilo egipcio. 

Busto de Ptolomeo I Sóter, (Siglo III aC)



© carlitosber.blogspot.com.ar, Septiembre 25 MMXIV
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FUENTES:
Fuentes: JUNQUERA, José (dir.) y MORALES Y MARÍN, José (coord.). Historia universal de la pintura. Espasa Calpe. 2001. Madrid. pp. 17-34;
http://es.wikipedia.org/wiki/Arte_del_Antiguo_Egipto;
http://es.wikipedia.org/wiki/Pintura_del_Antiguo_Egipto;
http://es.wikipedia.org/wiki/Arquitectura_del_Antiguo_Egipto;
http://es.wikipedia.org/wiki/Retratos_de_El_Fayum; 
http://es.wikipedia.org/wiki/Templo_de_Dendera;
http://elartedelnilo.blogspot.com.ar/2012/09/estatua-de-la-diosa-thoeris.html;
http://elartedelnilo.blogspot.com.ar/2012/09/periodo-tardio-escultura-saita.html;
http://www.eternalegypt.org/EternalEgyptWebsiteWeb/HomeServlet?ee_website_action_key=action.display.module&module_id=294&language_id=5&story_id=51&text=text

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