sábado, 6 de diciembre de 2014

Semana 49

Embelesados con los fuegos artificiales de fin de año

Bastó el anuncio de un paro de transportes de 24 hs en el último mes del año y la posibilidad de otro paro general, para que el Ladricorporativismo recule y se guarde en el bolsillo las convicciones filosóficas. Pero el "regalito" de fin de año es una fruta envenenada. Los trabajadores mejor pagos -entre los que están los periodistas de los medios de comunicación oficiales y opositores- van a tener más para gastar en regalos de navidad y cohetes. Afuera de la fiesta quedó el 90% de los trabajadores que deberán esperar hasta las paritarias del año que viene -con aumentos de sueldo que este año oscilaron entre el 24 y el 35%, con un 40% de inflación interanual-. Pero, por atrás, mientras mandaron una operación que canje que no es otra cosa que más deuda externa y una reforma del Código Procesal que es un camino más hacia el estado de excepción.



Con el anuncio de no aplicar el impuesto al salario sobre el medio aguinaldo, La Jefa terminó desautorizando a su propio elenco oficial y sus defensas “filosóficas” de la confiscación -e incluso a sí misma, ya que la semana anterior se cansó de repetir que “ganancias no se toca”-. Claro que el impuesto al salario sigue entre los ‘intocables’; el Gobierno Nac&Pop no hizo otra cosa que salvar la vida de ese impuesto confiscatorio que se lleva hasta dos salarios anuales. Se trata de decenas de miles de millones de pesos que van a parar a las arcas de las contratistas y al pago de la deuda externa.

La burocracia sindical, con el reclamo de eximir al medio aguinaldo del impuesto al salario, dejó de lado la reivindicación de un aumento de salarios y jubilaciones que compense la inflación. Acotó el programa de lucha a una franja de trabajadores. En diversos lugares, las empresas ya se habían hecho cargo del monto del impuesto sobre el aguinaldo, que luego descargarán como un costo de su propia hoja de impuestos. Esta concesión patronal en el caso de los bancos privados desarrolló una tendencia a la huelga en la banca pública, la que ahora queda desarmada. El programa de la burocracia fue diseñado para fragmentar al movimiento obrero y la posibilidad de una lucha de conjunto. Los sindicatos oficialistas, por otro lado, han hecho lo mismo con el reclamo de un bono que se dirime en cada empresa y no como una acción general.

La fragmentación de las reivindicaciones fue concebida para obstaculizar un paro general. Los ladricorporativistas del subte, como consecuencia del anuncio presidencial, han quedado en orsai: quisieron desviar la lucha contra el gobierno nacional con un reclamo al Macriputismo de la Ciudad, pero el que soltó la presa no fue éste sino los Nac & Pop. Está claro que la burocracia de diversos colores rechazó el planteo de reabrir las paritarias -que es un planteo de conjunto- porque esto conducía, precisamente, como por un tubo a la huelga general.


El canje de Axel: dólares contantes y sonantes a cambio de más deuda

Mientras tanto, el ministro de Economía, Axel, el Militante Juvenil, anunció un nuevo canje de deuda con apoyo de los banqueros. En principio, la cancelación anticipada del Boden 2015 se ha transformado en una nueva vía para hacerse de dólares, sin tener que comprarlos al mercado paralelo, pero sí con la posibilidad de venderlos allí. La ‘diferencia’ es del 60% a favor de quienes acepten el canje. La otra cara del negocio es el canje que se ofrece por el Bonar 2024, que tiene una tasa de interés un punto y medio arriba del Boden 15 – el 9% contra el 7.5 por ciento. Con esta operación, el gobierno cancela los endeudamientos en pesos ligados al dólar, cuya cotización ha venido cayendo sin pausa. El 9% del Bonar 24 contrasta con lo que paga la deuda pública en Europa, casi cero, o la de Brasil, 4 por ciento. 

El canje que ofreció el Militante Juvenil obedece a la imposibilidad de pagar la totalidad de los vencimientos hasta el final del mandato - unos u$s13.000 millones. Al reducir los pagos a corto plazo, el canje valoriza los restantes títulos en poder de los acreedores. Toda esto es, claro está, una alquimia, porque, ¿de dóndes saca el gobierno los u$s3 mil millones para la cancelación, en efectivo, del Boden 2015? La prensa financiera no ha dado ninguna pista acerca de esto. ¿Sería posible, por ejemplo, que las autoridades usen para ello los préstamos de monedas, por parte de China y Francia, contra la garantía de esos mismos Boden 15,  que vencen en octubre del año que viene? ¿O acaso el gobierno tiene en carpeta otra emisión de deuda por esos mismos u$s3 millones que rescata en efectivo? 

Sea como fuere, esta operación continúa la política de reendeudamiento con el exterior, incluso sin haber arreglado antes con los fondos buitres. Por de pronto, incrementa la factura en concepto de mayores intereses. Un pago con reservas no es un des-endeudamiento, porque equivale a una reducción del crédito de Argentina en el exterior. El canje de deuda por dólares no modifica la deuda neta del país. El canje apunta también a encarar el freno a las importaciones, al dejar más dólares disponibles para el comercio exterior. Las empresas ya no obtienen más créditos afuera para importar e incluso necesitan pagar los que han contraído. La utilización de los dólares para pagar la deuda externa ha llevado a una recesión brutal. La producción cae de manera consecutiva en los últimos 15 meses.

El canje sirve también para mantener el respaldo en divisas de la moneda local y permitir, dentro de nuevos límites, la financiación del déficit fiscal con emisión de pesos. Al liberar la presión de fuerzas económicas reprimidas, el canje abre nuevos desequilibrios – por ejemplo, entre una mayor desvalorización local del peso, y una menor devaluación frente al dólar. Para muchos analistas, el canje otorga más espacio de tiempo para negociar con los buitres, o sea que evita un defol efectivo. El gobierno se apoya en un sector del capital financiero para ‘pichulear’ con el otro. La autonomía nacional no cuenta para nada. Para otros analistas, sin embargo, este canje podría precipitar una exigencia de pago única del porcentaje de acreedores requerido para ello, y con esto precipitar una reestructuración completa de toda la deuda reestructurada. 


La reforma del Código Procesal Penal: lo que no dijeron los oficialistas ni impugnaron los opositores

La oposición ha denunciado que el nuevo Código Procesal Penal garantizará la impunidad oficial, al habilitar la designación de fiscales afines que dormirán las causas de corrupción. Sin embargo, el corazón de la reforma es el pase al sistema acusatorio, que otorga toda la potestad de la investigación a los fiscales, que dependen del Poder Ejecutivo. Más aun, se pasa del sistema de “legalidad” que obliga a investigar todos los delitos, a uno de “oportunidad”, donde los fiscales deciden qué delitos investigar, cómo y hasta dónde. Incluso los jueces no podrán ampliar pruebas que surjan del proceso de juicio oral, como ocurrió durante la causa de Mariano Ferreyra. Los fiscales tendrán prerrogativas de política criminal, algo hasta ahora privativo de los legisladores, sometidos al voto popular.

La reforma habilita la “oralidad” en allanamientos y medidas sin orden escrita. Extiende a seis días la detención sin orden judicial, lo que amplía el margen de tiempo para el “armado”de causas. Recorta la posibilidad de la defensa en punto a nulidades de procedimientos mal realizados, cuando esas objeciones no se hagan en tiempo real. En esas condiciones, la posibilidad de impugnar quedará restringida a los grandes estudios de abogados, a cuyos estudios suele acudir el delito organizado. Semejante régimen de “aceleración de justicia” no parte de un balance de su derrotero en el país. Con un sistema similar –mixto-, el fiscal Carlos Albaca fue el vértice de la impunidad en el caso de Paulina Lebbos. Más emblemático todavía es el caso de Iván Torresen Chubut, donde rige el sistema acusatorio.

Que este sistema se aplique crecientemente en distintos países no le da títulos - al contrario, forma parte de la tendencia a los estados de excepción. Es la línea de la ley antiterrorista o el Proyecto X, que responden a una respuesta represiva del Estado ante la descomposición capitalista. El sistema rescata la tradición del derecho anglosajón, pero sólo en cuanto al papel de los fiscales, no en el de su elegibilidad por el voto popular. Los fiscales son el sector de la Justicia más ligado a la policía, y en muchos casos provienen de sus propias filas.

La cláusula xenófoba, que permite la expulsión sumaria de extranjeros en flagrancia, es un triunfo del Dinosaurio Berniardo, el Rambo Nac&Pop, que el Senado agravó: ahora, se aplicará a “personas extranjeras” en general, y no a “extranjeros en situación irregular”. Un extranjero viviendo en una villa en terrenos federales estará en flagrancia. 

Otro de sus artículos habilita al Estado la posibilidad de querellar. Es lo que en su momento se negó en la causa de Once. Ahora, el Estado responsable se podrá colocar en el lugar de víctima, para echarle la culpa a las propias víctimas o a los trabajadores. 

El nuevo código habilita la prisión preventiva por presunción de reincidencia, lo cual refuerza la tendencia a las detenciones indefinidas y a la condena al individuo, no al delito.

Desde luego, el sistema judicial vigente es parte del amparo a la corrupción, al delito organizado y a la impunidad estatal. Pero la reforma oficial no implica progreso alguno en ese plano: por el contrario, forma parte de una línea de alteración del régimen político que se viene bordando de la mano de el Rambo Nac&Pop, su partener en el gobierno bonaerense, Alejandro, el Bombita Rodríguez Sin Gracia de Ezeiza, y el “nuevo rol” que se pretende para las fuerzas armadas. La reforma no puede disociarse de la agenda antipopular del Ladricorporativismo y del conjunto de la burguesía –de ahí el “extendido consenso” respecto de su contenido de fondo. El nuevo Código es la contracara necesaria de la Argentina de los buitres.




© carlitosber.blogspot.com.ar, Diciembre 6 MMXIV
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