sábado, 29 de noviembre de 2014

Semana 48

La reaparición de la exitosa abogada-hotelera

Ya se parece al Diegote con la cantidad de "vueltas triunfales". Copada con la movida desestabilizadora, La Jefa tiró una humorada: dijo que tuvo sus "vacaciones anuales" en el Otamendi -al igual que el año pasado en la Favaloro y antes en el Austral-. Eso sí, nunca una Bristol marplatense, siempre una South Beach en Miami. Frente a algunos sindicalistas que habían pedido rever el tema del Impuesto a las Ganancias, Cristina explicó que todo lo que se inaugura se paga con impuestos. Explicó que la voluntad de pago del país quedó demostrada al arreglar con el Club de París, como lo dijo otras 51 veces en los 51 discursos que dio desde el 20 de junio -y eso que estuvo un mes en boxes- y  justificó su obsesión por reescribir el pasado -que vivimos la inmensa mayoría de quienes transitamos por estas pampas en las últimas décadas- al referir que es “como cuando manejás el auto y mirás el espejo retrovisor para no chocar”. 


¿Acto fallido? Por fin reconoce que el país va marcha atrás. Estamos entrando a diciembre de 2014 y a lo largo de los últimos tres años Cristina no logró inaugurar una sola obra planificada, licitada, iniciada, construida y finalizada en su segundo mandato. Gracias a Dios que al menos tiene la excusa de la recesión del último año. Por ello no fue de extrañar que aprovechara su regreso para “inaugurar” por videoconferencia la puesta en marcha de los nuevos coches del Ferrocarril Mitre y cerrar, de este modo, la trilogía: un acto para anunciar la compra, otro para darles la bienvenida al hotel de los inmigrantes en el puerto, y el último para mostrar que funcionan.

Por si todo esto no fuera suficiente tuvo tiempo de hacer un análisis psicológico de los argentinos al sostener que tenemos “esta tendencia de echarle la culpa a los demás de las cosas que nos pasan a nosotros”. Groso, sobre todo al venir de quien le echó la culpa a los Fondos Buitres por la falta de inversiones en el país tan sólo 45 segundos antes, del mismo modo que ha culpado a los medios por la sensación de inseguridad, por la inflación y el desánimo cotidiano de contar qué pasa en Argentina.

Así es que Axel, el Militante Juvenil le echa la culpa del aumento del dólar a los malos patriotas que se obstinan a ahorrar unos billetes verdes debajo del colchón; el Dinosaurio Berniardo, el Rambo Nac&Pop, le echa la culpa la infestación de extranjeros por la inseguridad; y el Gran Coqui, el jefe de Gabinete que justifica lo injustificable, carga sobre la oposición cualquier titular de la Cadena Nacional Ilegal del Desánimo y sobre ésta cualquier acción de los opositores -un eterno juego del huevo o la gallina-.

Igual el pionero fue nada más que Él. Por ejemplo cuando denunció mediáticamente a la oposición por traficar efedrina. Lástima que pasó a mejor vida, porque hubiera sido interesante escuchar la explicación de cómo una causa que incluye tres asesinatos terminó con una catarata de llamadas telefónicas a la Casa Rosada y el procesamiento del extitular del Sedronar y amigo del entonces Presidente. o cuando denunció -sólo a través de los medios, nunca en la Justicia que es donde deben hacerse las denuncias- a los "comandos civiles" golpistas o la extorsión del mismísimo Sr. Maligno capo de la Cadena Nacional Ilegal del Desánimo.

Igual ahora hay alguna diferencia. También salen a pegarle al que les pega. La Jefa tuteó que el juez que la investiga por tener una empresa no declarada y algo floja de papeles, está en la misma condición que ella -si él puede, por qué no me deja-. Los miembros oficialistas del Consejo de la Magistratura apuraron los trámites para destituir al magistrado -un tipo, hay que hacer honor al verdad, bastante gris, salido de la famosa "servilleta" y que cumple con la sabia lógica de la "familia judicial" no investigar al Gobierno cuando va el "alza" y hacer leña del árbol caído cuando está de un declive-. Pero no hacen nada por destituir a jueces aún más vergonzosos e impresentables, como el gran amigo del Poder de turno Norbert. El colmo del cinismo llegó con la denuncia por supuesto enriquecimiento ilícito contra la diputada radicheta que señaló las incongruencias de la Declaración Jurada de La Jeda donde ella nombra a la empresa en cuestión -que administra un hotel de su propiedad, que le da ganancias por 9 palos y a la que le debe, algo inexplicable, unos 4 y medio-.

¿Cuál es el delito de la diputada opositora y el Juez? Preguntarse algo lógico. ¿Qué? Que no hay forma de que un hotel vacío dé ganancias y que no hay ley de la naturaleza que explique de un modo medianamente cercano a la razón cómo una mina que sólo trabajó de recepcionista del marido y de empleada pública, tenga la fortuna que tiene. Ni siquiera siendo un abogado exitoso que no ejerce, no trabaja para una empresa ni siquiera sabemos si tiene el título habilitante.

Mientras tanto, el país se debate entre los que consideramos un exceso de inclusivismo bobo que se les pague un sueldo equivalente a casi tres jubilaciones mínimas a los travestis que ganan menos de 20 mil pesos, y los que tildan de nazis a los que consideramos un exceso que se les pague un sueldo equivalente a casi tres jubilaciones mínimas  a los travestis que ganan menos de 20 mil pesos.




© carlitosber.blogspot.com.ar, Noviembre 29 MMXIV
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