sábado, 15 de noviembre de 2014

Apuntes de la historia: El genocidio de un pueblo maldito

Los romaní, los olvidados del Holocausto

El 15 de noviembre de 1943, en el marco del Holocausto nazi, Heinrich Himmler ordena que los gitanos sean puestos al mismo nivel que los judíos y deportados a campos de concentración.


Desde que hace más de mil años los gitanos comenzaran a trasladarse desde el norte de la India hacia Oriente Medio y el continente europeo en busca de prosperidad su situación parece no haber mejorado demasiado. Racismo, miedo, rechazo, odio... el pueblo romaní sufre un estigma que no se ha borrado y que durante el Holocausto condujo a la muerte a alrededor de medio millón de ellos durante el Holocausto.


En la Alemania en la que la raza aria era la que debía perdurar y liderar al mundo, los gitanos se encontraban dentro del grupo de los otros, los que, simplemente, no merecían vivir. Junto a ellos, judíos, homosexuales o disidentes políticos.

Alegaban que era una característica genética, que los romaníes o gitanos (esta palabra es considerada peyorativa por algunos grupos) tenían la criminalidad en el ADN y se transmitía de padres a hijos. En los años 20 empezaron a aprobar leyes por las que les prohibían entrar en sitios públicos como parques, ferias o baños. Se les fichó (con foto y huellas) y quienes no tenían empleo u hogar fijos fueron confinados en campos.

En 1933 cuando Hitler llegó el camino ya había comenzado y la persecución empeoró. En 1934 hubo campañas de esterilización por inyección o castración; en 1935 fueron sujetos a las leyes de Nuremberg y se les impedía el matrimonio con arios; poco tiempo después la Ley de Ciudadanía les arrebató los derechos civiles.

De manera muy similar a lo que sucedió con los judíos en la 'Kristallnacht', en junio de 1938 se instauró la 'Semana de Limpieza Gitana'. Dos años después tuvo lugar el primer genocidio a mano de los nazis: 250 niños romaníes fueron ejecutados en el campo de Buchenwald para comprobar la eficacia de los cristales de zyklon-B, que serían utilizados más tarde en las cámaras de gas de Auschwitz-Birkenau.

La policía nazi reúne familias romani (gitanas) de Viena para su deportación a Polonia. Austria, septiembre-diciembre de 1939.

A finales de 1940, Hitler mandó matar a todos los romaníes. No eran las únicas presas: judíos y minusválidos psíquicos estaban en la lista. Fusilamientos y matanzas en las furgonetas móviles de gas fue el destino de miles de ellos en el frente oriental, recuerda la abogada Ana Mª. Mendiola, en la revista 'Gitanos, pensamiento y cultura'.

En diciembre de 1941, cuando Hitler ordenó la deportación de todos los gitanos que quedaban en Europa a Auschwitz-Birkenau ya no quedaban muchos. Un año antes otros campos como los de Chelmo/Kulmhof, Treblinka y Majdanek habían empezado a recibir cargamentos de romaníes y otros había sido asesinados.

Con todo, como recoge Ian Hancock en su libro 'Roma: Genocide of Roma in the Holocaust', el 1 de agosto de 1944, en Auschwitz, 4.000 gitanos pasaron por la cámara de gas y fueron incinerados en una sola acción. Se llamó, 'Zigeunermacht' (la noche de los gitanos).

Las tres cuartas partes de los gitanos que residían en Alemania en el año 1933 habían sido asesinadas para el año 1945.



Porraimos

El genocidio gitano o porraimos (en romaní, Porrajmos, literalmente «devoración») son los nombres dados a los intentos de la Alemania nazi de exterminar a la mayoría de los pueblos gitanos de Europa, como parte del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial.

El tema ha sido muy poco estudiado y ha quedado oscurecido por la Shoah (término hebreo utilizado para referirse al Holocausto —la aniquilación judía en Europa por la Alemania nazi—. Otros aspectos del Holocausto incluyen la campaña nazi contra personas con discapacidades (ver Aktion T4) y el uso de mano de obra esclava polaca en los campos de concentración. Debido a que las comunidades gitanas de la Europa oriental estaban menos organizadas que las comunidades judías, es más difícil evaluar el número de asesinados, aunque se cree se encuentra entre 220.000 y 500.000. Solo en años recientes la comunidad gitana ha empezado a demandar ser incluida entre las víctimas del régimen nazi. Hasta ahora, la respuesta ha sido mixta.

Algunos activistas gitanos rusos y de los Balcanes protestaron contra el uso de la palabra Porajmos. En los dialectos de la Península Balcánica es sinónima de una palabra (Poravipe) que significa "violación", por lo que los activistas consideran que el término es ofensivo. Los activistas gitanos de los Balcanes prefieren "Samudaripen", y algunos activistas gitanos rusos utilizan "Kali Traš".

El término porajmos se introdujo en la literatura académica y el activista Ian Hancock, a inicios de la década de 1990, aunque él no acuñó el término. También existe otro término: Samudaripen (Asesinato en masa), acuñado por Marcel Courthiade, pero desechado por no ser conforme a la lengua gitana.

Sinti y gitanos siendo deportados en la ciudad de Asperg - 22 de mayo de 1940

La política nazi antigitana

En los mil años que las tribus gitanas han vivido en Europa, fueron objeto de persecución antigitana y humillación; eran estigmatizados como criminales comunes, inadaptados sociales y vagabundos.3 Dada la predilección nazi por la "pureza racial", parecía inevitable que los gitanos estuvieran entre sus primeras víctimas. No obstante, en los primeros días del Tercer Reich, los gitanos presentaron un problema para la ideología racial de Hitler. La lengua gitana es una de las lenguas indoeuropeas, surgidas en el norte de la India. Los antropólogos nazis se dieron cuenta de que los gitanos migraron a Europa desde la India y que, por tanto, eran descendientes de los ocupantes arios del subcontinente, que se creía en ese tiempo habían invadido India desde Europa. En otras palabras, los gitanos eran hablantes de una lengua aria; por consiguiente, los gitanos eran arios o quizás aún más arios que los propios alemanes.

Uno de los ideólogos raciales nazis, Hans F. K. Günther, añadió un componente socioeconómico a la teoría de la pureza racial. Si bien concedía que los gitanos de hecho descendían de los arios, procedían de las clases más pobres que se habían mezclado con varias razas "inferiores" que encontraron en su paso errante. Esto fue posible, explica, considerando por su pobreza extrema y estilo de vida nómada. Si bien concedía que había algunos grupos que eran "arios puros", la mayoría de los gitanos suponía una amenaza a la homogeneidad aria debido a su mestizaje racial.

Para estudiar el problema a profundidad, los nazis establecieron la Unidad de Investigación de Higiene Racial y Biología Demográfica (Rassenhygienische und Bevölkerungsbiologische Forschungsstelle, Sección L3 del Departamento de Salud del Reich) en 1936. Comandado por el Dr. Robert Ritter y su asistente Eva Justin, se encargó de efectuar un estudio a profundidad de la cuestión gitana (Zigeunerfrage) y proveer la información requerida para formular una nueva ley referente a la población gitana del Reich. Luego de un estudio de campo extensivo durante la primavera de 1936, consistente en entrevistas y exámenes médicos para obtener información genealógica y genética, se determinó que la mayoría de los gitanos representaban un peligro para la pureza racial alemana y, por tanto, debían ser eliminados. No se tomó ninguna decisión con respecto al resto (alrededor del 10% de la población gitana total de Europa), ante todo las tribus Sinti y Lalleri que vivían en Alemania, aunque se realizaron varias sugerencias.

Mujer gitana con un policía alemán y el psicólogo nazi Robert Ritter

En cierto punto, Heinrich Himmler incluso sugirió el establecimiento de una reserva remota donde "gitanos puros" pudieran continuar libremente con su estilo de vida nómada. Según él: "La finalidad de tomar ciertas medidas por el Estado para defender la homogeneidad de la nación alemana debe ser la separación física de los gitanos de la nación alemana, la prevención del mestizaje y, finalmente, la regulación de la forma de vida de los gitanos puros y de los medio gitanos".

El 14 de noviembre de 1935, se promulgó la ley para la "Protección de la sangre y el honor", coloquialmente conocida como las infames Leyes de Núremberg. A causa de ella, se prohibió el matrimonio entre arios y no arios. Los criterios que definían quién era gitano, eran exactamente dos veces más estrictos que aquellos que definían cualquier otro grupo. La segunda ley de Nuremberg, la Ley de la ciudadanía del Reich, despojó de la ciudadanía a las personas negras no arias. Los gitanos, así como los judíos, perdieron su derecho al voto el 7 de marzo de 1936.


El exterminio

El triángulo marrón.
Prisioneros gitanos en
  campos de concentración
alemanes, tales como
 Auschwitz, eran forzados
a usar el triángulo invertido
 en sus uniformes de
prisioneros para distinguirlos
de los otros presos.
La esterilización de gitanos empezó tan temprano como en 1933. También en este año los nazis establecieron campos para encerrar gitanos en Dachau, Dieselstrasse, Mahrzan y Vennhausen. La vasta mayoría de los judíos sufriría las mismas indignidades que los gitanos. Los estudiosos estiman el genocidio gitano en un rango de 220.000 a medio millón, aunque Ian Hancock desafía esta cifra y propone un estimado entre 500.000 y 1.500.000.

Los gitanos eran reunidos en guetos, incluyendo el gueto de Varsovia (abril-junio de 1942), donde formaron distintas subclases. El diarista del gueto, Emanuel Ringelblum, especulaba que los gitanos eran enviados al gueto de Varsovia porque los alemanes querían: "...echar en el ghetto todo lo que era característicamente sucio, desaliñado, extraño o que debía ser atemorizado y que, de todas maneras, debía ser destruido".

Más al Este, los Einsatzgruppen seguían el rastro de los campamentos judíos y asesinaban a sus habitantes en el lugar, sin dejar registro alguno de sus víctimas. Los gitanos fueron también víctimas de regímenes títeres que cooperaron con el Tercer Reich durante la guerra, especialmente el régimen Ustachá en Croacia. En el Campo de concentración de Jasenovac, decenas de miles de gitanos fueron asesinados junto con serbios y judíos. Los gitanos serbios son parte del litigio pendiente contra los bancos del Vaticano y otros en la Corte Federal Norteamericana, en procura del retorno del botín de guerra.

El 16 de diciembre de 1942, Himmler ordenó que los candidatos gitanos a ser exterminados debían ser deportados al campo de concentración de Auschwitz. Para el pueblo gitano de Europa, esta orden fue equivalente a la decisión del 20 de enero de 1942, tomada en la Conferencia de Wannsee, por la cual los burócratas nazis decidieron la "Solución Final" al "problema judío". El 15 de noviembre de 1943, Himmler ordenó que "los gitanos y medio gitanos debían ser puestos en el mismo nivel que los judíos" y ubicados en campos de concentración".

Un campo de trabajos forzados para roma (gitanos). Lety, Checoslovaquia, durante la guerra.

Los gobiernos de algunos aliados nazis, concretamente Eslovaquia, Hungría y Rumanía, también contribuyeron al plan nazi de exterminio gitano, pero éste fue implementado en una escala más pequeña, y la mayoría de los gitanos en estos países sobrevivieron, a diferencia de aquellos en Ustashe Croacia o en áreas directamente administradas por la Alemania Nazi (tal como Polonia). El efecto demográfico es aún hoy en día perceptible, con las poblaciones de los países que no intentaron exterminar a sus gitanos con un 7-10% de gitanos (ver Pueblo gitano). El gobierno húngaro del Partido de la Cruz Flechada deportó entre 28.000 y 33.000 gitanos de una población estimada de 70.000 a 100000.10

El gobierno croata envió 26.000;11 de los gitanos asesinados, alrededor de la mitad fue asesinado en el campo de concentración de Jasenovac. De la misma manera, el gobierno rumano de Ion Antonescu tuvo sus propios campos de concentración en Transnistria, a los cuales fueron deportados 25.000 gitanos, de los cuales 11.000 murieron. Al menos una de las víctimas famosas del Holocausto judío parece haber visto gitanos en Auschwitz: Anna Frank.

Roma (gitanos) deportados a Kozare y Jasenovac, dos campos de concentración en Croacia. Yugoslavia, julio de 1942.

En el Protectorado de Bohemia y Moravia, los gitanos fueron enviados a los campos de concentración de Lety y Hodonín, antes de ser transferidos a Auschwitz para ser gaseados. Lo que hace único al campo de concentración de Lety es que estaba vigilado por guardias checos, que podían ser incluso más brutales que los alemanes, como está testificado en el libro de Paul Polansky, Silencio negro. El genocidio fue tan meticuloso que la vasta mayoría de los gitanos de la República Checa actual descendían de migrantes provenientes de Eslovaquia que se mudaron allí durante los años de postguerra cuando ambas repúblicas conformaban Checoslovaquia.


Creciente antigitanismo

Con motivo del Día Internacional del Holocausto, Rodríguez insiste en alertar del creciente "antigitanismo" -término acuñado por el Consejo Europa- en Europa. "En Hungría incluso ha habido declaraciones del gobierno en contra de los gitanos; en Grecia hemos visto a un parlamentario de Amanecer Dorado relacionado con ataques a esta comunidad; y también ha habido agresiones recientes en Eslovaquia y en España", denuncia.


Hace dos años, incluso desde El Vaticano se dio la alarma. El arzobispo Agostino Marchetto, el secretario de Consejo Pontificio para los emigrantes, dijo que la persecución de la que son víctimas los gitanos es una suerte de nuevo Holocausto, en una entrevista a la agencia de información vaticana.

La canciller alemana Angela Merkel afirmaba que "el genocidio nazi es una advertencia para el presente". Lo hacía hace unos meses, durante la inauguración del primer Memorial en Berlín por las cerca de 500.000 víctimas gitanas del Holocausto.

Desde la Fundación Secretariado Gitano, piden resaltar la persecución y el rechazo que el pueblo gitano lleva sufriendo secularmente, comprender mejor su situación actual de rechazo y exclusión en muchos países y exigir del conjunto de la sociedad y de las autoridades responsables de la lucha contra la discriminación una actitud más contundente frente a cualquier conducta racista, estigmatización y prejuicio contra los gitanos.

En reciente un informe elaborado por la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la UE se dice sin paliativos: "los gitanos -como los que se trasladan desde el Este- están marginados y empobrecidos en sus países de origen y son discriminados en los de acogida -como Italia, España o Finlandia-. Es decir: la misma pobreza y discriminación de las que huyen los gitanos es la que encuentran cuando llegan los países de destino".





© carlitosber.blogspot.com.ar, Noviembre 15 MMXIV
Permitidos su copia, plagio o reproducción sin citar la fuente.

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FUENTES:
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/01/24/internacional/1359030574.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Porraimos
http://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10006054

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