Hace 90 año Mussolini llegaba al poder en Italia
Tan sólo un día después de que los fascistas realizaran la denominada Marcha sobre Roma, el rey de Italia Víctor Manuel III encarga a Benito Mussolini la formación de un nuevo gobierno y lo nombra presidente del Consejo de Ministros, equivalente a primer ministro. En 1925, el Duce, título adoptado por Mussolini en 1924 que significa "jefe", habrá transformado el orden legal de su país en un régimen totalitario.
Los orígenes del totalitarismo italiano y el ascenso de Mussolini
Cundo terminó la Primer Guerra Mundial, a diferencia de los otros aliados, Italia había recibido muy poco del reparto del "botín de guerra" establecido por el Tratado de Versalles. Al contrario, Italia se empobreció y quedó sumergida en el caos a causa de la crisis económica que le siguió a la guerra.
Su parlamento estaba paralizado y fragmentado, imposibilitar de formar un gobierno estable; y sus finanzas públicas se derrumbaban. El recrudecimiento de los conflictos sociales y el ascenso de los partidos de izquierda proyectaron la sombra del bolcheviquismo.
Muchos italianos ansiosos de un cambio drástico aunque temerosos de una revolución de este tipo, se interesaron por el fascismo: un movimiento nacionalista de extrema derecha que conjugaba cierta simbología mística basada en la unión del Estado por un hombre superior y en la recuperación del pasado imperial romano, con una brutal campaña de enfrentamiento armado callejero con los militantes de los partidos de izquierda a través de tropas paramilitares llamadas "Camisas Negras", produciendo un estado de violencia política y social para el que se ofrecía como la única solución.
Mussolini se había convertido en el líder carismático del movimiento. En 1922 decidió que era hora de tomar el poder. El 28 de octubre 40.000 de sus "Camisas Negras" marcharon sobre Roma, ocupando oficinas de correo y estaciones de tren. Encontraron muy poca resistencia por parte de un ejército muy benévolo, y que hasta simpatizaba con los manifestantes.
Los "Camisas Negras" acamparon a las afueras de la ciudad en bajo una lluvia torrencial. estaban mal equipados, mal alimentados y desorganizados, de modo que la guarnición de Roma podría haberlos atrapado fácilmente.
Pero el Rey Víctor Manuel III tuvo miedo y se negó a imponer la ley marcial. Lamó a Mussolini a Milán y le ofreció el control parcial del nuevo consejo de ministros. Al día siguiente le pidió que formara parte del nuevo gobierno. Mussolini partió en tren rápidamente y a pesar de un corte en las vías que le impidió llegar directamente a la capital. El Rey envió un coche a buscarlo, permitiéndole realizar una auténtica marcha triunfal con sus seguidores.
El primer comunicado del nuevo régimen decía: "Desde este momento Mussolini es el gobierno de Italia". Aunque el gobierno estaba realizando cambios, colocando bajo el control fascista la policía, la administración pública, los sindicatos, la banca y la educación pública.
El "Duce" instauró un régimen totalitario de partido único basado en el poder del Gran Consejo Fascista, respaldado por las "Milicias Voluntarias para la Seguridad Nacional", bandas armadas irregulares de Camisas Negras que se legalizaron, oficializando una dictadura del terror, logrando que una violencia, calculadamente desatada, se apodere de las calles, combinando el uso de la fuerza policial altamente equipada y adiestrada, con el de la violencia callejera aparentemente espontánea.
Al poco tiempo surgirán muchos líderes derechistas que quisieron imitarlo. Entre ellos un joven alemán de origen austríaco que lo reconocerá como su inspirador: Adolf Hitler.
Los orígenes del totalitarismo italiano y el ascenso de Mussolini
Cundo terminó la Primer Guerra Mundial, a diferencia de los otros aliados, Italia había recibido muy poco del reparto del "botín de guerra" establecido por el Tratado de Versalles. Al contrario, Italia se empobreció y quedó sumergida en el caos a causa de la crisis económica que le siguió a la guerra.
Su parlamento estaba paralizado y fragmentado, imposibilitar de formar un gobierno estable; y sus finanzas públicas se derrumbaban. El recrudecimiento de los conflictos sociales y el ascenso de los partidos de izquierda proyectaron la sombra del bolcheviquismo.
Muchos italianos ansiosos de un cambio drástico aunque temerosos de una revolución de este tipo, se interesaron por el fascismo: un movimiento nacionalista de extrema derecha que conjugaba cierta simbología mística basada en la unión del Estado por un hombre superior y en la recuperación del pasado imperial romano, con una brutal campaña de enfrentamiento armado callejero con los militantes de los partidos de izquierda a través de tropas paramilitares llamadas "Camisas Negras", produciendo un estado de violencia política y social para el que se ofrecía como la única solución.
Mussolini se había convertido en el líder carismático del movimiento. En 1922 decidió que era hora de tomar el poder. El 28 de octubre 40.000 de sus "Camisas Negras" marcharon sobre Roma, ocupando oficinas de correo y estaciones de tren. Encontraron muy poca resistencia por parte de un ejército muy benévolo, y que hasta simpatizaba con los manifestantes.
Los "Camisas Negras" acamparon a las afueras de la ciudad en bajo una lluvia torrencial. estaban mal equipados, mal alimentados y desorganizados, de modo que la guarnición de Roma podría haberlos atrapado fácilmente.
Pero el Rey Víctor Manuel III tuvo miedo y se negó a imponer la ley marcial. Lamó a Mussolini a Milán y le ofreció el control parcial del nuevo consejo de ministros. Al día siguiente le pidió que formara parte del nuevo gobierno. Mussolini partió en tren rápidamente y a pesar de un corte en las vías que le impidió llegar directamente a la capital. El Rey envió un coche a buscarlo, permitiéndole realizar una auténtica marcha triunfal con sus seguidores.
El primer comunicado del nuevo régimen decía: "Desde este momento Mussolini es el gobierno de Italia". Aunque el gobierno estaba realizando cambios, colocando bajo el control fascista la policía, la administración pública, los sindicatos, la banca y la educación pública.
El "Duce" instauró un régimen totalitario de partido único basado en el poder del Gran Consejo Fascista, respaldado por las "Milicias Voluntarias para la Seguridad Nacional", bandas armadas irregulares de Camisas Negras que se legalizaron, oficializando una dictadura del terror, logrando que una violencia, calculadamente desatada, se apodere de las calles, combinando el uso de la fuerza policial altamente equipada y adiestrada, con el de la violencia callejera aparentemente espontánea.
Al poco tiempo surgirán muchos líderes derechistas que quisieron imitarlo. Entre ellos un joven alemán de origen austríaco que lo reconocerá como su inspirador: Adolf Hitler.
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