sábado, 2 de noviembre de 2013

Semana 44

¡Por fin! Se terminó la madre de todas las "guerras" Nac&Pop

La Corte Suprema declaró absolutamente constitucional la Ley Anti Cadena Ilegal Nacional del Desánimo y ordenó levantar la cautelar contra los artículos 161 y 45 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. A partir de ahora el "La Corpo" ya no tiene excusas para adecuarse al nuevo marco regulatorio y el Gobierno Nac&Pop deberá a partir de ahora demostrar su verdadera vocación democratizadora de los medios audiovisuales. Lamentablemente, se verán desilusionados los que esperan una "revolución" en el ámbito de los medios de comunicación. De aplicarse taxativamente lo que dice la ley, la Cadena Ilegal Nacional del Desánimo no sólo no va a desaparecer, sino que va a seguir siendo el conglomerado más grande –y seguramente, por más tiempo de que el que muchos desean, el más influyente–. Y, por lo que ha venido anunciando el ente aplicador respecto de los procesos de desinversión de los otros grupos, el sector de los medios de comunicación seguirá siendo un ámbito con mucha concentración en pocas manos. Por lo que se seguirá profundizando el rol del Estado como financiador discrecional de la gran mayoría de los medios audiovisuales –proceso que ha llevado, contra de lo que muchos comunicadores oficialistas y oficiosos afirman,  a que hoy en día sean mucho más las “voces” que apoyan al Gobierno Nac&Pop, que las que lo critican–.


Uno de los puntos donde el fallo estuvo muy dividido fue la controversia sobre la evidente posibilidad de que el Gobierno aproveche la aplicación de la Ley Anti Cadena Nacional Ilegal del Desánimo para hacerlo en forma maliciosa y absolutamente injusta, para quitarle el negocio a "La Corpo" en favor de otro conglomerado igualmente privado. Los anuncios del Aplicador, el Gordito de Morón ex Aliancista, así lo indican. Al mismo tiempo que busca destruir al que él llama "Monopolio",  ignora las flagrantes violaciones a la Ley de Medios, que él dice estar dispuesto aplicar, por parte de la trasnacional española de telefonía; los grupos locales comandados por un empresario con fuertes lazos con el Ladricorporativismo -que en los últimos 10 años ha crecido y se ha diversificado exponencialmente hasta controlar una de las principales áreas de explotación petrolífera, una cadena de estaciones de servicio, el monopolio de la producción de álcalis, casi todos los bingos y casinos de la Patagonia–  y los tres neo zares mediáticos –tres ex funcionarios riojanistas, sospechados de haberse enriquecido con escándalos de corrupción, que quieren convertir la “desinversión” en una especie de “complejo de testaferros” mal disimulado–.

Esta íntima relación de colusión con el Estado y de conformación de ámbitos privilegiados de acumulación en favor de grupos concentrados locales y trasnacionales extranjeras no es una novedad en el mundo de los medios de comunicación. "La Corpo" logró en base de su poder de lobby  y de la relación íntima con todos los gobiernos durante sus momentos de ascenso y mayor popularidad, una serie de privilegios y prebendas del Estado –exenciones impositivas, estatización de deudas en el exterior, pesificación de obligaciones en divisa extranjera, reformas por decreto de los marcos regulatorios: que le permitieron formar un grupo multimedia cuando la propia Ley de Medios dictada por la última Dictadura lo prohibía taxativamente hasta el virtual monopolio de la cableoperación que se formó por un decreto del Él, violando no sólo las leyes de medios, sino las de libre competencia y prevención de los monopolios–. A mediados de los 90, luego de que Clarín rompió lanzas con el Riojano Más Famoso, el Riojanismo favoreción claramente a un complejo de medios donde participaban algunos grupos concentrados locales como el del empresario que maneja las concesiones de todos los aeropuertos del país y varias empresas transnacionales de medios –que hasta llegó a superar en tamaño a "La Corpo" hacia finales de la década del 90–.

Pero lo peor es que la Corte ha fallado en un juicio algo surrealista. Lo que se argumentó ante ella no se parece a la aplicación de la ley, a cuatro años de su sanción. El máximo tribunal ratificó que las licencias de radiodifusión son intransferibles. La norma es tajante. Pero un empresario vendió su conglomerado de medios a otro sin aprobación previa del organismo "aplicador", que recibió, sin chistar, la presentación del nuevo dueño para adecuar su flamante grupo de medios a los máximos que fija la ley. La ley no se aplica como la votó el Congreso, como fue ratificada por la Corte. El Aplicador ha dicho que el canal de las pelotas nada tiene que ver con la multinacional española de las telecomunicaciones ,aunque pertenezcan a un mismo dueño. La ley prohíbe a los prestadores de servicios públicos ser titulares de medios y la multinacional española en cuestión brinda telefonía. El canal de las pelotas pertenece a un extranjero, que no puede ser socio mayoritario, y el Aplicador no se inmuta. Se permite que la multinacional española, que factura US$ 5000 millones en el país, sea dueña de nueve canales de TV, que protegen su jugoso mercado regulado de telefonía y de Internet. Justo lo que la ley no quiere. Esto, que ya era inaceptable, empeora, ya que la multinacional española de las telecomunicaciones, desde enero, controlará a la otra compañía italiana dueña de la otra mitad del mercado de la telefonía domicialiaria en el país. Será el mayor prestador de servicios públicos del país, casi como el viejo Entel, pero con canales de TV. La Corte validó que el cable de "La Corpo" debe adecuarse a un máximo de 24 localidades o hasta el 35% de los abonados totales de TV paga. Ese tope se ha derogado en los hechos. Se otorgaron "permisos experimentales" a canales privados para cubrir el 85% de la población, con 68 antenas instaladas por la TDA, televisión digital abierta, financiada íntegramente por el Estado. Varios canales privados -pero "amigos"- duplican el tope de 35% de cobertura máxima permitida en televisión. La TV digital nace y se desarrolla al margen de lo que ordena la ley. La ley regula la radiodifusión como en los 90. No incorporó la revolución de la digitalización, la convergencia con las telecomunicaciones ni el creciente predominio de Internet sobre la radiodifusión tradicional. Con un clic se accede a mil contenidos que navegan por la Red, en entornos abiertos. La ley en cuatro años quedó deshilachada...

Cuando se ve el mapa actual de medios no ve se un escenario alentador. La aplicación discrecional de una ley que tiene la misma lógica que la ley de la última Dictadura: entiende a los espectadores como absolutamente pasivos, por lo que, en la defensa de sus maleables almas, convierte al gobierno de turno en habilitador, censor, regulador y único dispensador de premios y castigos. Aparte es una ley que parece redactada en 1995, porque no toma en cuenta –y obviamente no tiene ningún marco regulatorio para– la televisión satelital, la explosión de internet, el triple-play, la proliferación de las cadenas de canales extranjeras y la comercialización de formatos. Justamente esta lógica centralista, ha llevado a que el Gobierno Nac&Pop no haya aplicado ninguna de las otras reformas que la Ley de Medios contenía ya que lo central en el discurso Ladricorporativista era la batalla simbólica con la Cadena Ilegal Nacional del Desánimo y sus esbirros mediáticos –hasta el martes pasado, el enemigo público nro. 1 de la Nación–, como si toda la letra de la Ley se resumiera en los dos artículos que el conglomerado recusó ante la Justicia.  Una de las consecuencias más atroces de esta utilización de las leyes y los organismos del estado con la lógica de que son herramientas de poder del gobierno de turno es que no haya surgido un solo medio comunal, cooperativo, de alguna ONG, minoría o grupo étnico que no sea, no sólo, afín al gobierno, sino también, dependiente de la pauta oficial –la gran mayoría, burda propaganda gubernamental y del partido de gobierno–. El círculo perverso se cierra con unos escandalosos requisitos para costear estos medios alternativos que no tienen lógica comercial, imposibles de sostener sin el apoyo estatal –que hasta aquí se ha mostrado absolutamente discrecional–. Si es ésta la “revolución” en el mercado de los medios que busca el Gobierno Nac&Pop, el resultado puede ser lamentable para muchos de los que sueñan con un significado literal de “democratización”, “diversidad” y “pluralidad” –mucho más ante un Gobierno que se ha apropiado para sí esos conceptos, considerando todo lo que no lo apoya verticalmente justamente lo opuesto–. 

Esta claro que el fallo del martes ha dejado sin excusas al la Cadena Nacional Ilegal del Desánimo, no sólo para adecuarse a la Ley vigente desde hace tres años, sino para asimilar y recuperarse de el primer gran golpe en su contra que recibe de parte de un gobierno al que le retiró su apoyo al considerar –erróneamente claro está– que había comenzado su ciclo de descenso y decadencia. Para el Gobierno Nac&Pop, por su parte, no le quedan más excusas para emprender un proceso genuinamente democratizador del espacio mediático sin más dilaciones, discrecionalidades ni amiguismos. En definitiva, se acabaron las excusas para todos amigos, también para los que por ponerse del lado de un bando o del otro, han mostrado la hilacha y han desprestigiado la profesión profundamente. Sólo el tiempo lo dirá…  





© carlitosber.blogspot.com.ar, Noviembre 2 MMXIII
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