viernes, 4 de enero de 2013

El sexo en la historia (9° Parte)

Los perversos romanos
(Segunda Parte)


Fresco de la Casa del Centurión, Pompeya, siglo I a. C

Seguimos conociendo las curiosidades sobre la vida sexual en la antigua Roma.

Una familia numerosa impuesta por la ley: La fórmula jurídica del matrimonio romano definía éste por su finalidad, que no era otra que la procreación. Las mujeres romanas estaban obligadas a engendrar tres o cuatro hijos: tres hijos para la nacida libre y cuatro para la manumisa, la esclava que había alcanzado la libertad.

Se busca con urgencia una pareja...: Augusto se tomó muy en serio el tema del matrimonio y la procreación. Las leyes agustinianas prohibieron que recibiesen legados los hombres no casados entre los 20 y los 60 años, así como las mujeres célibes, incluidas las viudas y divorciadas entre los 18 y los 50 años. Hombres y mujeres debían estar casados y tener por lo menos el primer hijo a los 25 y 20 años respectivamente. Las viudas debían volver a desposarse un año después de enviudar, y las divorciadas, a los seis meses.

... y queremos tener un hijo ya mismo: Para cumplir con las leyes reproductoras, las parejas buscaban con ahínco los tres hijos de rigor, hasta el extremos de contabilizar los neonatos fallecidos al tercer día del alumbramiento. Los padres estériles iban desesperados a los santuarios para rogar a los dioses que les concedieran un hijo. Por su parte, las mujeres, cuando las plegarias no surtían efecto, ingerían remedios contra la esterilidad tan peligrosos como los venenos abortivos. Por ejemplo, en plena época cristiana, la emperatriz Eusebia, esposa de Constancio II, murió a causa de una pócima fertilizante, curiosamente después de  que provocase la muerte del hijo de Helena -esposa del futuro emperador Juliano- y de que hiciera ingerir un remedio mortal a la propia Helena.

Beso a la romana: Los romanos distinguían tres tipos de besos: el osculum, que se da en la mejilla entre amigos; el basium, en los labios, y el suavem, que se dan los amantes.

Un verdugo a la romana: Para no contradecir el mandato que impedía la ejecución de mujeres vírgenes, Tiberio ordenó que antes fueran violadas por el verdugo.

Monedas que representan a Octavia (izq.) y Popea (der.)
Celos hasta la muerte: La emperatriz romana Octavia, hija de Claudio I y Mesalina, se casó con su hermanastro Nerón (37-68). El matrimonio no se consumó y, después de ser coronado emperador, la repudió para unirse a su amante Popea Sabina. Ésta debido a los celos, acusó a Octavia de adulterio y el emperador la envió a la isla de Pandataria -hoy Ventotene-, donde fue ejecutada. Años más tarde, Popea murió debido a la violencia de Nerón.


Servidas en bandeja: Desde la República, las esposas de la alta sociedad romana no sólo no tenían inconveniente en que sus cónyuges se distrajeran con esclavas, generalmente muy jovencitas, y concubinas, sino que ellas mismas elegían las amantes de su esposo. Sin ir más lejos, Livia, a la que Augusto amaba verdaderamente, proporcionaba al emperador las doncellas para que intimaran con él. Y las esposas del África romana, al consagrarse, al servicio de la diosa Ceres africana, se abstenían de tener relaciones sexuales y proporcionaban amantes a sus maridos para tal fin.

Del latín, bellota: Los romanos llamaron al extremo del pene glande, que significa bellota.

Teodosio, grabado alemán de 1836.
Primera cruzada anti gay: Con la llegada del cristianismo al poder, aunque quizá un poco antes, cualquier expresión de amor homosexual se convirtió en tabú y se proscribió su práctica. En 390 Teodosio I proclamó una ley prohibiendo definitivamente todas las relaciones sexuales con los del mismo sexo, castigándolas con la pena de muerte. Y la condena se mantendría en la legislación de Justiniano I. Las circunstancias que provocaron la masacre de Tesalónica al final del siglo IV dan una prueba de que incluso en la era cristiana la homosexualidad era todavía aceptada por gran parte de la población aunque estuviera oficialmente perseguida. Todo ocurrió cuando un popular auriga fue acusado de acoso sexual a un funcionario del emperador y fue arrestado. La ciudad se sublevó para pedir su liberación, demostrando que la homosexualidad no era vista como un delito en esta parte del imperio.

Más castigo del debido: Las condenadas más bonitas pasaron por la alcoba de Tiberio antes de ser ejecutadas. El emperador las sometía durante la noche a denigrantes vejaciones y por la mañana las llevaba hasta el acantilado más abrupto y las hacía arrojar al mar. Tiberio también disfrutaba viendo cómo torturaban en los genitales a los hombres encerrados en las mazmorras, y los colmaba de vino antes de sufrir la misma muerte.

El arco en la palabra: El vocablo fornicar deriva del latín fornice, que significa "curvatura interior de un arco", que ya bajo las bóvedas de los puentes y callejones era donde se podía contar con los servicios de una lupae, prostitutas callejeras que trabajaban en esos lugares.

De noche y a oscuras: En la Roma republicana las mujeres nunca se desnudaban por completo delante de su maridos y sólo hacían el acto sexual por la noche y en sitios completamente oscuros.

La juventud de Baco, William-Adolphe Bouguereau (1884).
La degeneración de una fiesta al dios del vino: En el siglo II antes de Cristo, las Bacanales eran las ceremonias báquicas en las que las mujeres daban rienda suelta a sus sentimientos con un erotismo férreamente producida en la vida cotidiana. Con el tiempo, la fiesta se convirtió en banquetes interminables regados con mucho vino, que desembocaban en la práctica de sexo grupal y que con frecuencia terminaban en violencia y muertes. Los iniciados, eran seducidos a la fuerza y ejecutados sin contemplaciones cuando se negaban a complacer sexualmente a sus acosadores poderosos. El Senado prohibió esta fiesta popular en el año 186 aC y detuvo a más de 7.000 personas acusados de cometer abusos de todo tipo.

¡Pero qué bestias!: El bestialismo era una atracción bastante común en el circo romano. Los animales, desde toros y jirafas, hasta cebras, monos y leopardos, eran entrenados para que copularan con mujeres en la arena. Si éstas se negaban, los animales llegaban literalmente a violarlas inducidos por sus entrenadores.

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