Última recuperación de la epopeya de cartulina
Pese al estancamiento, a la falta absoluta de credibilidad, con una economía demencial y sin dólares a la vista, ya sin la menor perspectiva de crear puestos de trabajo, y acosado por la justicia, el Ladricorporativismo ve la luz. Pasó la devaluación y el ajuste financiero; pasó el intento de "golpe de mercado" de enero; pasaron las inundaciones; pasó el fracaso en el Mundial; pasó el fallo de la Corte Suprema del Imperio; pasaron los paros de la burocracia sindical y los piquetes en la Panamericana de los troskos; pasaron los proyectos de leyes desopilantes por la escribanía parlamentaria como por un tubo; y no pasó nada... De pronto, en plena estanflación que se niega, los ladricorporativistas sienten, que se recuperan. Lo perciben en el temor repentino de "la opo". Notan que no van a registrarse los saqueos que anunciaban ellos mismos hace un mes. Se alivian porque el clima no trajo los cortes de luz en país congelado, que marcha a un cuarto de máquina. En la última recuperación se jactan, incluso, de no reducir, en lo más mínimo, el gasto público para ganar otra elección con la Caja...
La Jefa se propone prolongar el dominio. Ya se resignó a aceptar, que el candidato para sucederla sea Daniel, el Goberna Todo Positivo Siempre Para Adelante, el auténtico e indeseable Hombre de Teflón. Es el único que aceptarían las corporaciones y el stablishment. Es el único que puede asegurar la continuidad del (¿) modelo (?), si es que los guardianes del despojo están preparados para poner sus "convicciones" en el bolsillo. Sólo les resta aplaudir todo lo que venga de acá en adelante y protegerla ante la ofensiva mediática y judicial, en la decandencia, por las empresas flojas de papeles de la abogada exitosa sin matrícula -¿ni título?-. Pero La Jefa no va a explicitar aún el apoyo al indeseable Hombre de Teflón, ella quiere asegurarse la centralidad durante seis meses y mantener la iniciativa. Evitar que el poder se desplace, con prematura celeridad, de El Calafate, su lugar en el mundo, hacia Villa La Ñata.
Mientras, juega a la dilación con los buitres, con la esperanza de entregarle al sucesor la humillación de acordar con esos cretinos materialistas sin escrúpulos. Le juega a su favor que estos despreciables depredadores oportunistas tienen mucha paciencia -saben, en el fondo, que cuanto más esperan, más ganan-. Acá adentro, en la politiquería doméstica, el tema de los buitres es una bandera que le sirve a los progres de cartulina que aguantan el Gobierno Nac&Pop y sostienen, en posiciones cada vez más incómodas, el "relato".
El privilegio de ser quebrados y desacatados por el Imperio de los torturadores brutales que desacataron a la humanidad en Abu Graib o en Guantánamo. El antiimperialismo garpa. Es también la antesala de la radicalización de las imposturas. Decisiones desesperadas que preocupan, con fundamentos básicos, a las autoridades de la Cadena Nacional Ilegal del Desánimo, el ex aliado que aún sobrevive. Los clarinetes tienen una buena y una mala noticia: al Ladricoporporativismo le queda sólo un año entero para pulverizarlos.
La Jefa se inspira en la sabrosa épica los ejemplos de los "socialistas" latinoamericanos de Ecuador y Venezuela, y en los millones de Telefónica de España, el coloso DTV, el megamillonario Carlos Slim y fondo de inversión Fintech para pulverizar a la odiosa Corpo del Mal. Hoy la agenda de los medios críticos es infinitamente más desafiante y comprometida que la agenda de "la opo" política. Los opositores tibios se encuentran envueltos con el cuento de la moderación. Son estructuralmente moderados porque no tienen otra alternativa. Con el lustro de la complacencia inicial, entre 2003 y 2008, la Cadena Nacional Ilegal del Desánimo colaboró sustancialmente para que Él, El Estadista Frustrado, impusiera la impostada hegemonía ideológica que hoy se paga. Los Clarinetes deberían planificar una guardia permanente. Un estado de asamblea con notables dispuestos a turnarse durante el día y la noche durante todo el verano.
El punto débil, el Talón de Aquiles de La Jefa, es su capricho personal, que yace suspendido en el espacio, estampado políticamente junto con sus ambiciones, contra la pared. Pintado, de manera rupestre, en su despacho, se convirtió en la "esponja" del Gobierno Nac&Pop -como María Julia, la hija del ingeniero neoliberal, alrededor de quién militó el Amado Vice en sus años mozos, lo fue en la década Riojanista-.
Con el jefe de Gabinete, el Granítico Coqui -el chaqueño que soñaba con ser presidenciable y se convirtió en mero locutor presidencial-, desacreditándose a sí mismo cada mañana, el Ladricorporativismo puro y duro tiene dos candidateables nada más: el ministro de Economía, Axel, El Militante Juvenil, quien está haciendo la pasantía para recibirse de cuadro político en la cartera de Hacienda -ergo, todavía "está verde"-; y el ministro del Interior y Transportes, el Inefable Chantazzo, que trafica una autonomía ilusoria mientras trata de obstaculizarlo al indeseable Hombre de Teflón -pero al pobre Florencio no lo quiere nadie-. El resto cobra, espera y aplaude. Y sueña con que Máximo, En El Nombre del Hijo, cumpla el imperativo familiar de ponerse sensato.
Sin embargo el Ladricorporativismo está sostenido, hoy, por persuasión mayoritaria, en el Congreso, al que entiende como mera escribanía. En defensa propia, el bloque se encuentra en condiciones de sacar adelante cualquier verdura. Sin preocuparse en absoluto del juicio de la historia. Sólo a Pacho O’Donnell, Víctor Hugo y los pasantes de 6-7(ro)8, que están afuera, les interesa maniobrar un poco con la historia. La mayoría legislativa, entonces, emerge como el pilar. Mientras, al amparo de la imagen favorable que conserva, aún, La Jefa, y que se consolida con el relato de su enfermedad -que siempre reaparece, y seguirá volviendo a surgir-, y ante las dificultades estructurales de una oposición destartalada, que actúa -y le gusta actuar- como complemento, el Ladricorporativismo mantiene su utopía de quedarse detrás del indeseable mascarón de proa del Hombre de Teflón y su patética la ideología del vitalismo, especialmente útil también para menoscabar la magnitud de las catástrofes con las que conviven.
© carlitosber.blogspot.com.ar, Diciembre 13 MMXIV
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