sábado, 4 de octubre de 2014

Semana 40

Desmadre y confabulación 

El mayor problema que enfrenta ahora mismo La Jefa para sostener su relato es que nadie quiere ni puede echarla del poder. Contra esa evidencia se estrellan sus peroratas sobre supuestas confabulaciones para tumbar al Gobierno. La peronata de insuflar el nacionalismo antiyanqui sólo entusiasma a algunos intelectualoides, zurdos de cotillón que se habían quedado algo cortos con lo de "roban, pero al menos encarcelan" por el aguante al Jefe del Ejército, los acuerdos con Chevron, Repsol, el Club de París y el Ciadi; pero, por sobre todo, por el ajuste y la devaluación. La gente común, si le aprietan el bagre, no se tragan la pildorita tan fácilmente. No es casual, que hoy los que más defienden "el modelo" -que nunca existió- y la "década ganada" -por los que ganan siempre-, son estos zurdos de cotillón que se sienten moralmente superiores a los demás y su soberbia les impide reconocer que se morfaron diez años que les hicieran la del tero, y que se la están morfando doblada por más parodia progre que hagan: como festejar un Código Civil armado por un par de jueces que quieren currar con la bibliografía, la Unión Industrial y las trasnacionales, y el Vaticano. Hay que ser gil...





La comprobación resulta sencilla: no existe amenaza militar porque, por fortuna, las Fuerzas Armadas hace varias décadas que ocupan un espacio marginal; la presencia opositora, en sus distintas vertientes, resulta aún precaria y requiere de todo el proceso de la transición para atisbar alguna alternativa; la sociedad acentúa su malhumor pero uno de los dinamizadores de las posibles protestas –las clases urbanas– se contenta con la fecha del vencimiento del 2015 que le impuso a la Presidenta la derrota en las legislativas; el mundo observa a la Argentina, en este tiempo, casi como un territorio insular. Importa poco, de verdad. El Norte, el Este o el Oeste del planeta sólo aguardan la evolución del proceso electoral para descubrir si se producirá algún cambio. Como lo hacen durante este mes con Brasil, Uruguay y Bolivia, donde se deciden los relevos o las continuidades presidenciales. Lloren chicos, lloren...

La denuncia de La Jefa acerca de una conspiración se llevó puesto al titular del Banco Central, viejo amigo de la familia K y custodio de muchos de sus secretos. Juan Carlos, El Marginal ex titular del BCRA, fue eyectado por haber advertido a los banqueros para que vendieran sus valores en dólares, cuando supo que deberían entregarlos al Central al tipo de cambio oficial. Hizo lo que haría cualquier banquero central -rescatar a la banca-. Lo curioso es que, en su reemplazo, es todavía incluso más responsable de las operaciones ‘non sanctas’ en el mercado paralelo de la Bolsa, en su condición de titular del Mercado de Valores. Por esta vía, los capitalistas ingresaban dólares a 15 pesos y fugaban capitales que -se supone- están registrados legalmente. El nuevo titular del Banco Central ha repetido en forma pública varias veces que el litigio con los fondos buitre se superará a partir de enero próximo -o sea pagando. Mientras tanto, El Marginal se va dejando al Banco Central con una deuda de 230 mil millones de pesos, al 30 por ciento anual, lo que equivale a la totalidad de las reservas internacionales. El Banco Central está quebrado y la moneda nacional es un papel pintado...

La avalancha de denuncias y confabulaciones de La Jefa obedece, precisamente, a que la situación financiera y monetaria se ha desmadrado. El enojo apunta al gobierno norteamericano, que no impidió la victoria judicial de los fondos buitre cuando se lo había prometido si normalizaba la deuda de Argentina en el Ciadi, con el Club de París, y con el arreglo con Repsol -el cual viabilizaba la entrega de los hidrocarburos a Chevron. En medio de los sofocones con la embajada yanqui, los Ladricorporativistas apuran la aprobación de la ley petrolera Chevron-Soros. Los Nac&Pop parecen convencidos de que este núcleo los va a sostener en el poder contra viento y marea, del mismo modo que hiciera con Obama si hacía los arreglos externos ya mencionados. 

Que el gobierno Nac&Pop despida al presidente del Banco Central, cuyas relaciones con los banqueros conocía de sobra y fueron la razón para que fuese nombrado, en primer lugar, revela que la crisis financiera y monetaria llega a su fase terminal. Es lo que explica el derrumbe de la Bolsa, el miércoles 1º, a pesar de que venía en suba cómoda acompañando la devaluación paralela del peso. También explica el colapso de la cotización de YPF en Nueva York, la niña mimada de los pulpos petroleros y los capitales financieros. La crisis tampoco termina siquiera con un arreglo con los buitres, sino con una devaluación de la moneda, lo que a su vez implica un torniquete brutal de los salarios y gastos sociales. 

Si el gobierno Ladricorporativista mantiene su lógica, deberá intervenir la Bolsa para controlar las operaciones cambiarias disimuladas como movimientos de capitales. Una consecuencia de esto sería la completa ilegalización del mercado de cambios. Una alternativa sería que desdoble ese mercado de cambios y convierta al paralelo en un mercado oficial financiero, con la yapa de un incentivo a los sojeros para que vendan la cosecha retenida. Esta operación podría servir para llegar a fin de año, aunque con una inflación de precios siempre mayor. El avance de la entrega petrolera depende de la sanción de la ley de hidrocarburos y de una devaluación en regla. Ni siquiera Chevron piensa financiar sus inversiones con dólares a 8,45 pesos. 

No es la primera vez que La Jefa denuncia que los especuladores buscan bloquear la deuda reestructurada, que aceptó el 92 por ciento de los acreedores. Hay algo muy simple: los Ladricorporativistas  no tienen la plata para pagar los vencimientos de 2015 (por eso aplicaron el plan el Imperio de arreglar con todo el mundo), ni tienen ahora dónde hacerlo, porque ninguna plaza financiera se ofrece a actuar como agente de pago. Después de enero se verán obligados a hacer las dos cosas: el canje de la deuda de 2015 y encontrar un refugio para pagar, apenas les pague a los buitres.

El poder político del Ladricorporativismo cuelga de un hilo, ahora que se apresta a hacer bingo con la renuncia de Coqui, el chaqueño Cara de Piedra, y las penurias cada vez mayores del Amado Vice, el rock star de los ladris sin vergüenzas. El Patio de las Palmeras se ha convertido en el reducto del poder, en momentos en que todas las fracciones de la burguesía temen a la reacción popular que provocaría una nueva devaluación y, probablemente, la primera de varias otras. Si ni el banquero neoliberal que capitanea del Banco Ciudad de Mauri, el Niño Cincuentón que suela con ser presidente. se anima en un clima como éste, a rememorar el ‘rodrigazo’, imaginate qué puede hacer Áxel, el Militante Juvenil, formado con libros como Keynes para doomies y Marx para principiantes...

La caracterización no es completa si no se añade la desvalorización del real brasileño, la que presiona fuerte hacia la devaluación del peso. Brasil no tiene solamente una deuda externa pública importante: de mayor importancia es la deuda privada con el extranjero y el volumen de capitales móviles en la Bolsa paulista. Brasil sufre, precisamente, una nueva fuga de capitales, que podría ser temeraria por su magnitud. 

El ‘quid’ de la cuestión es quién va a pagar esta crisis. La devaluación no es una necesidad para el desarrollo de la economía y el empleo, sino una operación financiera para pagar la deuda externa y acelerar la entrega petrolera. Toda la tendencia de la crisis y la política Ladriprogresista es que será cargada sobre las espaldas de los trabajadores. Es sobre esto que los trabajadores deben centrar su atención, no en los discursos distraccionistas de La Jefa ni en la ‘serenidad’ mentirosa del cuartero de los arribistas -Daniel, El Goberna Todo Positivo Siempre Para Adelante; Mauri, El Niño Cincuentón; Sergio, el Renovador de la Permanencia; y los Malvineros Sentimentales de la nueva Alianza entre Radichetas y Sojasocialistas-. Todos ellos plantean una componenda con los buitres y un mayor endeudamiento para pagar la deuda impagable.

En doce años de poder, los Ladricorporativistas resultaron incapaces de construir una sucesión. Tal vez, porque jamás la contemplaron y soñaron con una eternidad. Pero Él murió de repente y Ella dilapidó en un par de años un enorme capital con el cual hubiera intentado forzar la re-reelección. Por eso ahora se juegan al cuando peor, mucho mejor...




© carlitosber.blogspot.com.ar, Octubre 4 MMXIV

Permitidos su copia, plagio o reproducción sin citar la fuente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario