Operativo Chile
Ya está muchachos. La buena racha se terminó. La realidad superó al relato. Ahora sólo queda rescatar la mística. Más allá de los sentimientos de los incondicionales, los cabecillas del Ladricorporativismo están ensayando sus estrategias de salida: algunos que sólo sirven de obsecuentes y siempre tienen nuevas convicciones que defender, preparan su garrocha para saltar a la quinta del próximo Gobierno para cobijarse con el calorcito del Poder; otros, los más verticalizados, preparan una digna salida del Gobierno, un mecanismo para asegurarse la libertad ambulatoria judicial por al menos cuatro años y una estrategia para la vuelta al poder inmediata.
El domingo pasado los dirigentes de paladar negro se reunieron en el Mercado Central. El mitin estaba encabezado por Oscarcito, el cónsul de la Señora. Detrás estaba, una breve cohorte de funcionarios a tiro de decreto, los jefes de La (Agencia de Colocaciones) Cámpora; la cabecilla Barra Pessada del Norte, y adelante unos diez mil feligreses fervorosos cuidadosamente escogidos. El plan está diseñado y en proceso de ejecución. Ya que habrá que dejar inexorablemente el Poder Ejecutivo, se trata de sembrar los otros poderes, el Legislativo y el Judicial, de soldados fieles que prometan defender la posición en el tiempo.
Imaginan escenarios favorables para tratar de repetir lo que logró Michelle Bachelet en Chile: volver a la Presidencia tras un período de cuatro años fuera del Palacio de la Moneda. Pero para que La Jefa sea Bachelet primero necesita un Piñera, el presidente de centroderecha que la reemplazó. Y allí, en esa hipótesis, entraría El Niño Cincuentón Mauricio, líder de la oposición amarilla que se opone un poquito, pero no mucho y alcalde del Artificio de Ciudad Autónoma, como el mejor adversario que, según los Ladricorporativistas místicos, le podría allanar el camino a La Jefa en 2019.
Lo crucial de esa estrategia es garantizar un bloque legislativo importante y jueces favorables. Para eso planea liberar en las elecciones primarias la ambición de todos los que quieran competir por cargos ejecutivos -de presidente a intendente pasando por gobernador- con la condición de que la lista legislativa sea una sola para todos, y confeccionada por sus delegados bajo la supervisión del cónsul Oscarcito. En la Justicia el propósito también tiene cifras estimativas. El plan es colocar en los tribunales de todo el país alrededor de cuatrocientos jueces de jurisdicción nacional que están ocupados, en su mayoría, por conjueces y subrogantes.
Pero más allá de los místicos, están los Ladriprogresistas garrochistas -en su mayoría dirigentes de predigree peronchista-, aves de paso que anidan al calor del poder pero que como dice la canción "pájaro que come vuela". Ellos especulan entre los tres candidatos con mayor respaldo económico y mediático: Daniel Todo Positivo Siempre Para Adelanto, el Hombre de Teflón que gobierna de la Provincia Imposible, que bascula entre su siempre esforzada diferenciación y el abrazo final del oso a que podría someterlo el Ladricorporativismo en la carrera por el 2015; El Renovador Sergio, mini goberna de Tigre y líder de una camarilla de mini gobernas del Conurbano Bonaerense, que exprime su imaginación para que nunca termine de deshacerse la espuma social que generó su victoria de octubre en Buenos Aires; y el Niño Mauricio, quien asegura estar contento porque posee una clientela electoral consistente, que insinúa un crecimiento, pero que no le alcanza todavía para planear una carrera presidencial independiente.
Obviamente prefieren al primero, que es un peronchista de pura cepa que estuvo con todos en la primera línea -desde los tiempos del Riojano Más Famoso, pasando por el breve interinato del Cabezón de Lomas de Zamora y toda la década ganada por el Ladricorporativismo- que tiene un índice de popularidad a prueba de todo. El problema del Gobernador Todo Positivo es triple: cómo diferenciarse, cómo dominar un frente donde hay muchos que no lo quieren -en particular, los místicos, que no lo pueden ver ni en figuritas-, y, sobre todo, cómo seguir manteniendo su imagen positiva a pesar de estar gestionando la provincia Imposible.
Para apartarse un poco del Ladricorporativismo místico ante la visión pública, el Gobernador Todo Positivo recurre mucho al marketing. Así podría interpretarse su fotografía junto al Niño Mauricio en una muestra sobre Francisco, el papa, y a la fórmula de la “saturación policial” y la “mano justa pero rígida” que propone su ministro, El Payaso Facho Alejandro, mini goberna de Ezeiza (en uso de licencia), que la semana pasada causó escozor cuando desempolvó la idea de restablecer el servicio militar, por lo que lo guardaron en el freezer. Pero la apuesta para frenar la inseguridad en Buenos Aires recién le daría alguna bandera que blandir en 2015, siempre que de algún resultado, porque la gravedad de la situación despierta escepticismo.
Aparte el que más gana con la perolata de la inseguridad es el Renovador Sergio que, parado con los dos pies fuera del Ladricorporativismo, puede utilizar un demagógico discurso de mano dura -hasta le quitó el protagonismo al Niño Mauricio en la ola de linchamientos de caquitos del mes pasado, como el principal vocero político de los linchadores-. Al fin y al cabo todo lo que ofrece El Renovador es demagogia marketinera tan vacua, que hasta la Cadena Ilegal Nacional del Desánimo ya no lo apoya totalmente, como versa la fórmula reduccionista de algunos místicos.
Sus dificultades ahora mismo podrían ser otras. Su dinámica de la transversalidad habría menguado el impulso poselectoral que supo tener. El Renovador se puso muy a la derecha y en ese sentido se pudo acomodar mejor, créalo o no, el Niño Mauricio que, a pesar de un tibio apoyo a los linchamientos que nadie en su espacio político siguió, se está mostrando mucho más moderado y habla de una política más de "Centro" -derecha, obviamente-. Ya no puede presentarse para alcalde del Artificio de Ciudad Autónoma, y como legislador ha demostrado ser demasiado vago, pero no tiene una fuerza política de alcance nacional que lo lleve al Sillón de Rivadavia.
Para colmo, tanto para el Niño Cincuentón como para El Renovador, apareció un competidor en el voto gorila. Con sus contradicciones y debilidades, La Nueva Alianza en la que se unen los radichetas -en casi todas sus divisiones formales e internas-, los socialistas santafecinos, algunos ex peronchistas, y algunas figuras reconocidas -que van desde un economista neoliberal hasta el líder de la ONG que lucha contra la trata de personas y los talleres clandestinos en la Ciudad-, y a pesar de cargar con el peso del fracaso del inimputable Fernandito, al no gestionar -salvo en Santa Fe- pueden hacer uso y abuso del discurso de la corrupción y del respeto de la Ley que es donde los demás hacen agua, sin excepción. Para colmo, el escenario de crisis económica provoca que la opinión pública(da) se muestre mucho más atenta y propensa a indignarse por esas cuestiones.
Más atrás quedaron las (buenas) intenciones del Frente de los troskos y otras expresiones de la izquierda marxista no cooptadas por el Ladricorporativismo -cuando todavía era progresista- que lucha contra una doble tara: la ideológica, que les impide lograr muy poco votantes, ya que el discurso de izquierda marxista tiene muy poca repercusión en la sociedad argentina, y estratégica, porque por la necesidad de hacer alianzas, casi siempre eligen mal. Eso se vio e el último paro general liderado por el compañero Camionero Huguito -otrora aliado estratégico e incondicional del Ladricorporativismo, ahora enemigo acérrimo- y el inefable compañero Luisito -el líder sindical más groso que nunca pudo comulgar con el oficialismo-. La izquierda terminó haciendo el ridículo poniendo el cuerpo en y ligando los palos de un paro de las corporaciones sindicales. Vale aclarar, para los que copian y pegan lo que les dicen en 6. 7, (ro)8 y una serie de sitios de internet, grupos de Facebook y blogs -no éste, claro está-, que firmando una solicitada del Ministerio de Trabajo cuales carneros aparecieron gremios tan poco burocráticos como el de los Empleados de Comercio -del compañero siempre oficialista Armandito-, el de los Metalúrgicos -del compañero Antonio, heredero de Lorenzo Miguel-, el de los trabajadores de la Construcción -con el compañero Yerri, buche de los milicos en la Dictadura- y todos los compañeros Gordos -que apoyaban al Turco en los 90, y siempre estuvieron al lado de La Jefa-: todos oponiéndose a la medida de fuerza y apoyando el ajuste (neoliberal) del Gobierno. Entre ellos la firma más inmoral es la de la Unión Ferroviaria el sindicato cuyo líder está preso por la muerte de Mariano Ferreyra, y no La Fraternidad que es el que paró -la UF nuclea a los trabajadores ferroviarios, y LF a los maquinistas, son dos sindicatos distintos, ¿está claro?-. No es para justificar la paparruchada de la izquierda, es sólo para ubicarnos en el mapa sindical.
Falta mucho todavía, pero La Jefa ya dio el puntapié de la campaña por la sucesión cuando en tono de despedida habló de "la herencia". Pero no hubo tiempo para retrospectivas de la "década (¿)ganada(?)". Todos empezaron una loca carrera de desgaste que recién empieza. En definitiva al Gobierno Nac&Pop no le quedaba otra que abrir el juego político antes, porque luego del ajuste del verano y los números con que cerró el año pasado, ya no le quedan más buenas noticias para dar. Sólo le queda morir de pie en la batalla final el año que viene, y esperar su revancha en 2019.
© carlitosber.blogspot.com.ar, Mayo 3 MMXIV
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