El comienzo de la catástrofe
La Segunda Guerra Sino-japonesa
La Segunda Guerra Mundial comenzó en verdad el 7 de julio de 1937, cuando Japón atacó a China desde su plataforma en Manchuria, ocupada por los nipones desde 1937.
Tropas japonesas a unos 20 km al norte de Shanghái |
Los japoneses terminaron de ocupar el norte rápidamente, pero fueron detenidos finalmente en la Batalla de Shanghái. Después de combatir alrededor de la ciudad por más de tres meses, Shanghái finalmente cayó ante los japoneses en noviembre de 1937, y la capital del sur, Nankín, cayó poco después. Como resultado, el Gobierno nacionalista chino trasladó su sede a Chongqing durante el resto de la guerra. Las fuerzas japonesas cometieron brutales atrocidades contra los civiles y los prisioneros de guerra en la Masacre de Nankín, matando unos 300.000 civiles en un mes.
Ni Japón ni China declararon oficialmente la guerra por razones similares: Japón deseaba evitar la intervención de potencias extranjeras, sobre todo el Reino Unido y los Estados Unidos, que era su primer proveedor de acero y hubiera debido imponer un embargo en virtud de las Leyes de Neutralidad vigentes en dicho país; mientras que China temía que la declaración le granjeara la enemistad de las potencias occidentales en la zona.
Debido a que la guerra en China se prolongaba más de lo planeado, los oficiales nacionalistas del Ejército Guandong reanudaron la lucha por el control de Mongolia y Siberia con Rusia. En la primavera de 1939, fuerzas soviéticas y japonesas chocaron en la frontera de Mongolia. El 8 de mayo, 700 jinetes mongoles cruzaron el río Khalka, río que los japoneses consideraban como la frontera de Manchukuo, pero los gobiernos soviético y mongol consideraban que la frontera se encontraba 35 kilómetros más al este.
Ofensiva soviética durante la Batalla de Khalkhin Gol |
Las fuerzas mongolas y manchúes empezaron a dispararse, y en pocos días sus patrones soviéticos y japoneses habían enviado grandes contingentes militares, lo que derivó inmediatamente en una lucha, que condujo a una guerra a gran escala que duró hasta septiembre. La creciente presencia japonesa en el Lejano Oriente, fue vista por la Unión Soviética como una amenaza estratégica importante, y los soviéticos temían tener que luchar en una guerra de dos frentes, lo que fue una de las principales razones para el Pacto Ribbentrop-Mólotov con los nazis. Al final, los japoneses fueron derrotados decisivamente por los soviéticos bajo el mando del general Georgi Zhúkov en la Batalla de Khalkhin Gol.
Después de esta batalla, la Unión Soviética y Japón estuvieron en paz hasta 1945. Japón miró entonces hacia el sur para expandir su imperio, lo que condujo a un conflicto con los Estados Unidos por las Filipinas y el control de las líneas de navegación de las Indias Orientales Neerlandesas. La Unión Soviética se enfocó en el oeste, aunque dejó un importante número de tropas para vigilar la frontera con Japón, pero serían retiradas en 1941.
La "Blitzkrieg" contra Polonia
La Wehrmacht cruzando la frontera polaca |
El 1° de septiembre 1939, a las 4:45 de la madrugada, el ejército alemán invadió Polonia. La Campaña de Polonia inauguró el "sistema blitzkrieg" (guerra relámpago). Era una forma nueva de hacer la guerra: la guerra móvil. Movilizando gran cantidad de vehículos blindados en estrecho contacto con la aviación, equipada con los tristemente célebres "stukas", bombardeos ligeros que apoyaban a las tropas de tierra con ataques en picada sobre las fuerzas defensoras.
Por las brechas que abrían en el frente enemigo, penetraban los blindados seguidos por las tropas de infantería motorizada, que en veloz carrera buscaban flanquear y llegar a la retaguardia de sus rivales hasta cercarlos para apresarlos o aniquilarlos. Al propio tiempo, los bombardeos pesados incursionaban el territorio enemigo destruyendo aeródromos y aeropuertos; vías y sistemas de comunicación; cuarteles y zonas de concentración de tropas; y ciudades e industrias.
El Reino Unido y Francia le dieron dos días a Alemania para retirarse de Polonia. Una vez que pasó la fecha límite, el 3 de septiembre, el Reino Unido, Australia, y Nueva Zelanda le declararon la guerra a Alemania, seguidos rápidamente por Francia, Sudáfrica y Canadá.
Los franceses se movilizaron lentamente y después sólo hicieron una ofensiva de "demostración" en el Sarre, que pronto abandonaron, mientras que los británicos no pudieron hacer ninguna acción directa en apoyo de los polacos en el tiempo disponible. Mientras, el 8 de septiembre, los alemanes alcanzaban Varsovia, tras haber penetrado a través de las defensas polacas, y comenzaron el asedio de Varsovia (8-28 septiembre).
Invasión de Polonia por Alemaia y la Unión Soviética (1 de septiembre - 6 de octubre de 1939) |
El ejército polaco, que tenía armamento anticuado (por ejemplo, su caballería montaba caballos todavía), era impotente ante las fuerzas alemanas. Esto se complicó aún más el 17 de septiembre, cuando la Unión Soviética, siguiendo su acuerdo secreto con Alemania, invadió Polonia desde el este, convirtiendo las defensas polacas en un caos mediante la apertura de un segundo frente.
Un día más tarde, tanto el presidente polaco como el comandante en jefe huyeron a Rumanía. El 1° de octubre, después de un mes de asedio de Varsovia, las fuerzas hostiles entraron en la ciudad. Las últimas unidades polacas se rindieron el 6 de octubre. Polonia, sin embargo, nunca se rindió oficialmente a los alemanes. Algunas tropas polacas se fueron a países vecinos naciendo un poderoso movimiento de resistencia que contribuyó al esfuerzo aliado durante el resto de la Segunda Guerra Mundial.
Tras la conquista de Polonia, Alemania se tomó una pausa para reagruparse durante el invierno de 1939–1940, mientras británicos y franceses se mantenían a la defensiva. Los periodistas llamaron a este período la "guerra de broma" o Sitzkrieg (drôle de guerre, en francés), debido a que casi no existieron combates.
La Guerra Ruso-Finesa o "La Guerra de Invierno"
Tropas finesas durante la Guerra de Invierno |
A fines de 1939, aprovechando el hecho de que el sorprendente "Pacto de Acero" con la Alemania de Adolf Hitler le dejaba las manos libres en la región del Báltico, Iósif Stalin decidió, por un lado, apoderarse de las repúblicas de Estonia, Letonia y Lituania; y, por otro, exigirle a Finlandia insoportables cesiones territoriales.
La Unión Soviética atacó Finlandia el 30 de noviembre de 1939, con lo que comenzó la Guerra de Invierno. A pesar de superar a las tropas finesas en número de 4 a 1, el Ejército Rojo encontró que su ataque se volvía muy difícil, lo cual evitó una invasión completa.
Finalmente, los soviéticos acabaron por imponerse y el tratado de paz vio como Finlandia cedía áreas estratégicamente importantes en la frontera cerca de Leningrado, así como en la Carelia. Esto sentó un precedente de flaqueza en el ejército Rojo, el cual los alemanes se tomaría en serio para la invasión.
En el verano de 1940, Lituania, Estonia y Letonia pasaron a ser "protectorados" soviéticos sin oponer resistencia. Objetivamente, el enorme ejército rojo podía destruir esos pequeños estados, por lo que decidieron arriar sus banderas.
Escandinavia en la mira de Hitler
Desde septiembre de 1939, los estados mayores alemán y británico tenían sus respectivos planes para una operación en Noruega. La flota alemana se hallaba prácticamente encerrada y el almirante Erich Raeder pretendía romper el bloqueo. En cambio, los occidentales trataban de "echar el cerrojo" a la flota alemana, pero necesitaban bases en el norte europeo para que pudieran actuar la aviación y la marina para evitar que el hierro sueco pasara a los alemanes a través del puerto noruego de Narvik.
Por su parte, los alemanes se interesaban de modo creciente por Noruega. Un político noruego afecto a los nazis, Vidkun Quisling, soñaba con apoderarse del gobierno de su patria con la ayuda de Hitler. En diciembre de 1939 Quisling realizó una visita a Berlín para poner en guardia al Führer ante una eventual ocupación británica de Noruega. En su opinión, el gobierno noruego se mostraba dispuesto a semejante operación militar aliada, pero Alemania podía evitarlo si le proporcionaba la ayuda necesaria.
Invasión alemana a Noruega |
Mientras tanto, los planes aliados de una expedición a Finlandia a través de Noruega y Suecia se hicieron irrealizables cuando los fineses capitularon ante los soviéticos (en marzo de 1940, en el marco del Tratado de Paz de Moscú).
Desde ese momento Hitler dispuso la invasión de Noruega. En la noche del 2 de abril de 1940, los primeros navíos de guerra y transporte zarparon de los puertos alemanes con las órdenes de atacar la noche del 9. Mientras las unidades de la marina germana se dirigían al norte, la armada británica empezaba a miar las aguas jurisdiccionales noruegas en la madrigada del 8 de abril.
Pero la defensa de Noruega resultó poco eficaz. Los alemanes ocuparon el litoral noruego hasta Narvik, hicieron fracasar la movilización declarada por el rey Haakon VII, los alemanes se apoderaron de la mayoría de los aeródromos y de la aviación del país escandinavo. Noruega resistió hasta el 7 de junio de 1940. Los nazis ocuparon el país entero, instalaron un gobierno títere en manos de Quisling, sostenido por el ejército alemán y la policía secreta hitleriana hasta el final de la contienda.
Simultáneamente a la invasión de Noruega, los alemanes penetraron en Dinamarca. Los daneses se hallaban derrotados antes de combatir: acorralados en un pequeño territorio con fronteras sólo con el Reich, capitularon apenas a horas de comenzadas las hostilidades. Como Noruega, Dinamarca permaneció ocupada hasta el final de la guerra; aunque conservó un gobierno propio y no padeció el hambre y la miseria que sufrieron otros países invadidos.
El único país que, debido sobre todo a su ubicación geográfica y sus estratégicos recursos, mantuvo su soberanía intacta, fue Suecia. Aunque su "neutralidad" en la Segunda Guerra Mundial ha sido muchas veces ocasión de debate; estuvo bajo la influencia alemana la mayor parte de la guerra y quedó aislada del resto del mundo por medio de bloqueos. Inicialmente, el gobierno sueco consideró que no estaba en posición de oponerse a Alemania, y posteriormente colaboró con el régimen de Hitler. Los voluntarios suecos en las unidades nazis SS estuvieron entre los primeros elementos en invadir la Unión Soviética durante la Operación Barbarroja. Asimismo, también proporcionó acero y maquinaria a Alemania durante la guerra. Hacia el final del conflicto, cuando la derrota alemana parecía inminente, Suecia comenzó a jugar un rol importante en esfuerzos humanitarios y en el albergue de refugiados, entre ellos los numerosos judíos de la Europa ocupada por los nazis que fueron salvados.
© carlitosber.blogspot.com.ar, Noviembre 9 MMXIV
Permitidos su copia, plagio o reproducción sin citar la fuente.
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