Lo que se pone en juego este año electoral
El goberna bonaerense, líder de la Línea Todo Positivo Siempre Para Adelante, siempre presente en los cinco últimos gobiernos peronistas, posiblemente terminará siendo el candidato del Ladricorporativismo, a pesar de que apenas lo puede digerir La Jefa, que busca jugar, como el Riojano Más Famoso en el 99, en contra de su propio partido para pasarle la "papa caliente" a un opositor y quedarse en la oposición, pero como líder indiscutida del partido. La mayoría de los peronistas, a diferencia de los pingüinistas, no quieren saber nada de esa jugarreta que casi se lleva el sistema político entero por delante en el 2001. Daniel, el "bonaerense" que quiere emular al histórico Bartolo 155 años después y tiene el guiño del stabishment, acepta ser el candidato del indeterminable "proyecto", otrora "modelo". En definitiva el hombre de teflón es tan legítimo candidato al "proyecto" como lo pueden ser Mauricio, el Niño Cincuentón que Sueña con ser Presidente, líder de la Oposición Amarilla -el macriputismo- y alcalde del Artificio de Ciudad Autónoma, que da vidriera nacional pero no votos; y Sergio, el Renovador de Tigre y su cada vez más raleada liga de mini gobernas del Conurbano Bonaerense.
Los tres, en definitiva, son lo mismo, o cuanto menos muy parecidos. Si se los escucha por
separado dicen casi lo mismo. Este tridente de candidatos del sistema
son la muestra más cabal de la crisis de la institucionalidad, de la
democracia representativa, de los partidos políticos que se
convirtieron en conceptos vacíos cada vez más alejados de la vida
real de la población. Hay una grieta enorme, una crisis de
representacion, que es un fenómenos global, pero que en Argentina se
da más agudamente.
Una presidenta con un liderazgo claro en un sector de la población
que despierta genuino entusiasmo inclusive en ese sector, integrado
inclusive por un grupo importante de jóvenes, no puede, no sabe o no
quiere construir algo que quede más allá de ella misma. Es decir no
puede designar a su propio sucesor ni tampoco puede hacer, lo que
sería más deseable, que un espacio orgánico con reglas claras
decida junto a ella.
Para ese espacio donde hay militantes que le ponen el cuerpo todos
los días a la política, que dicen ser protagonistas, asumen con una
naturalidad pasmosa que el candidato lo va a elegir La Jefa con su
dedo, va a decir es éste o es el otro, que su lapicera va a armar
las listas de legisladores según su parecer o capricho, ella
decidirá si serán dos, tres o una sola lista; o sea, si el
oficialismo competirá internamente realmente en las PASA o hará
como siempre, las usará como verdadera primera vuelta de la elección
nacional, viciando el instrumento que el propio Gobierno creó para
darle legitimidad a las elecciones.
Es lo mismo que pasa con los otros dos principales candidatos de
la oposición. No hay partidos o se vaciaron. Las PASO existen
porque, por ejemplo, en la Ciudad la Opo Amarilla, el principal partido
porteño, no tiene un solo afiliado ni si quiera, aunque sea, un
cuerpo orgánico que pueda elegir un candidato legitimado aunque sea
por las formas. Las PASO no son otra cosa que un acuerdo entre los
partidos burgueses vaciados en apelar a población para ganar un poco
de legitimidad ya que no tienen una estructura partidaria que se la
pudiera dar en una interna o un congreso partidario.
El Partido Justicialista que es el más grande y el más
importante de la historia argentina de los últimos 70 años no se
presenta a elecciones desde 1999. Desde entonces aparecen diferentes
frentes y alianzas. Y la militancia que con entusiasmo se ha
integrado -un fenómeno que desde la muerte de Él se ha
acentuado- involucrándose detrás de banderas que ha agitado el
Gobierno Nac & Pop. No ponemos en duda la legitimidad de las banderas, porque lo han
hecho detrás de causas valiosas como los derechos humanos, los
derechos civiles de las minorías, la distribución justa de la
riqueza o la lucha contra el imperialismo; sino que se trata de un
modelo de militancia armado “desde arriba”. Que los jóvenes se
sientan atraidos por esas banderas nos da esperanzas y la posibilidad
de un diálogo político entre las bases. Obvio que es más facil
hablar con un militante que sigue esas vanderas que con un votante
que le parece bien que pongan rejas en las plazas, que le parezca
natural que alla desigualdad, que las villas habría que erradicarlas
con la gente y todo, etc...
El problema es cuando esos jóvenes militantes que agitan esas
banderas tan hermosas, apoyan un Gobierno que hace exactamente lo
contrario de lo que declama. Cuando dicen que combaten a las
corporaciones en una Argentina cuya economía está dominada por 400
grandes empresas, de las cuales el 90% son multinacionales
extranjeras, y que la presidenta misma lo dice “se la llevan en
pala”, a veces con orgullo para defender su gestión, a veces como
chicana para echarles en cara a los empresarios porque alguno se
muestra cercano a los opositores. ¿Dónde a estado la lucha contra
las corporaciones en esta década ganada? Justamente fue una década
ganada para las corporaciones que se la han “llevado con pala”.
La Jefa dijo varias veces por la Cadena Nacional que la
gente vote bien, que no se dejen llevar por cantos de sirena; “miren
que no hay devolución”. ¿Por qué no hay devolución? Si uno va al supermercado y le venden un producto podrido o fallado, vuelve y se
lo cambian por otro en buen estado inmediatamente. En cambio en la
política estos sujetos prometen 10 kilómetros por año de subtes, por ejemplo, y
nadie acciona los mecanismos constitucionales revocatorios ni los que
dicen ser opositores se animan a decírselo en la cara. Apenas si lo
usan como muletilla de chicanas en algún discurso de campaña. Nadie
puede echarse en cara nada, porque todos tienen la cola sucia.
Es innegable que la mayoría vota a unos y otros en casa elección,
sin entusiasmo porque el entusiasmo se perdió, ya no es “la vida
por Perón” o ¿alguien conoce a alguno que daría por su vida por
alguno de estos chantas?. Después de golpe gorila del 55 los
trabajadores le pusieron el cuerpo a las balas de en serio, con las
cúpulas sindicales alejándose más y más de las bases a medida que
se burocratizaban. En el 66 los trabajadores, ahora acompañados por
los estudiantes universitarios, seguían bancándose las balas y los palos, mientras los burócratas sindicales estaban a la diestra de los milicos. Esa
resistencia es una de las páginas más heroicas de la militancia
política de base. De base, porque después se vio el accionar
lamentable de las cúpulas.
Por eso duran esas banderas a lo largo de la historia. Porque esas
banderas no eran un relato. Por eso ahora los candidatos son
indeterminados “proyectos”. Por eso ahora se les da apenas el
voto. Porque las banderas son papel mojado. Después de una década
ganada de lucha contra la desigualdad el 1% más rico se queda con el
17% del PBI. Por eso los pueblos dejan de creer en la política.
Porque la política no les soluciona nada. Gastan una inmoralidad en
campañas de marketing para vendernos los mismos candidatos de
siempre como algo “nuevo”. En vez de argumentos saturan las
ciudades y las rutas con gigantografías de caras debidamente
tratadas con photoshop. Para publicitar una sonrisa gastan 3 millones
de pesos por día según confesó uno de los candidatos que menos
gastó. Pero ni un centavo para denunciar un hecho grave, para llamar
la atención para una propuesta importante, tan solo una sonrisa y
una frase de no más de cuatro palabras fácil de memorizar.
Es como el candidato de la Oposición Amarilla a suceder al Niño Cincuentón en el Artificio Autónomo: pusieron un auto feo, viejo
y que no se le puede vender a nadie con una modelo fabulosa al lado o un modelo hermoso. Bueno, Mauricio logró
vender ese auto horrible vendiendo a la modelo. Incluso teniendo coches más presentables
en su garage. Pero pareció que quería demostrar que podía
ganar con lo peor de su cochera para demostrar su poder. Ahora, ¿por
qué logra vender ese auto? Porque en frente de ese coche feo y
viejo, ¿había en la publicidad en las marquesinas más vistosas, en
el escenario que todos ven, había alternativas? ¿El grupo de UNEN
que hace dos años despertó ilusión y después explotó en pedazos
-algunos de los cuales fueron a golpearle la puerta al oficialismo porteño y otros a
pedir migajas al Gobierno nacional-? ¿Al Ladriprogresismo que presentó seis candidatos, entre ellos el inefable Aníbal que se cree ignífugo?
La gente vota con alguna mínima
ilusión, aunque sea utilitarista -prefiero que gane uno a que gane
el otro-. Nadie vota algo que piensa que le será perjudicial. Por lo
menos mantener las cosas como están, que no empeoren. La gente
piensa en el bolsillo y en sus condiciones de vida. Tener un trabajo,
un techo, la seguridad. Aunque se que no se produzcan olas, Y estos tipos se encargan una y otra vez de hacer añicos esas ilusiones.
Y no es falta de guita. Las ganancias de los bancos, por ejemplo, han sido
fabulosas. El año pasado duplicaron las del 2013 en un año con
recesión como el 2014. En un país que no crece nada o apenas crece,
los bancos ganaros. ¿Cómo no se puede imponer un impuesto a la
renta financiera y se sigue gravando el salario de los sueldos de los
asalariados de clase media baja igual que las grandes ganancias de
las empresas que pueden deducirlas o dibujarlas? Dejemos de comernos el verso de que lo del Impuesto al Salario es un tema de los que ganan mucho. Es una chicana vacía de contenido que enfrenta a laburantes con laburantes; mientras el Gobierno de la burguesía obtiene cash directamente de los salarios y de los consumos más básicos de los trabajadores a a través del gravamen a los sueldos y el impuesto inflacionario.
La Jefa tiene razón cuando dice que los fondos buitres -utilizando una expresión que creó el Mingo, sí, el papá de la covertibilidad, en una cadena nacional en noviembre del año 2001- son la mugre de la mugre del capitalismo. Pero los buitres no son esos
solos; son las corporaciones que bancan al proyecto, las
multinacionales que sostienen al proyecto y los bancos que financian
al proyecto. Pero son, sobre todo, el Fondo Monetario Internacional del que la Argentina nunca
renunció y le pagó al contado son los buitres. El Banco Mundial y
el Fondo de París son los buitres. Ellos viven de prestar en forma
usuraria, de extorsionar y de refinanciar lo que saben cuando pestan
que va a ser impagable. El Gobierno supuestamente nacional y popular
negoció, le pagó y se sigue endeudando con los buitres finos del
Mundo. Los invita a invertir a cero riesgo y con contratos secretos.
Para romper con las cadenas de la dependencia, no basta buscar
dónde están los barbudos que van a bajar de la Sierra. Y mucho
menos va a ser posible encontrarlos en el reparto estable de
politiqueros burgueses de siempre. Son los mismos desde hace 30 años,
salvo los que se retiraron, fallecieron o están presos. Ellos son
los personeros del imperialismo interno, tengan discurso facho o
progre. La sociedad debe tratar de buscar autogobernarse y buscar
alternativas reales a lo de siempre. Debe acabarse el conformismo de
al menos no roban tanto o son lo menos malo porque hay peores. Hay
que repudiar a los partidos que venden caras, sonrisas y frases de
marketing como se deben un shampoo o una golosina. A las campañas
vacías, donde lo más rebuscado es una chicana propia de una
discusión de bar que de un debate de ideas. Bueno, cuando piensan lo
mismo es imposible es imposible que digan algo distinto.
Por ejemplo, la Oposición Amarilla ganó las PASO de la Ciudad y a al otro día
se incendió un taller clandestino donde murieron dos pibes. Como una
ironía del destino, otra vez el fuego desnudó la corrupción de un
sistema de coimas y descontrol -que está intacto desde los tiempos del Ladriprogresismo del inefable Aníbal, el que se cree ignífugo, solo que cambió de manos-, y todos miraron para el costado.
Hasta los supuestos opositores. Lo mismo que hacen los macriputistas y los otros opositores al Gobierno nacional cuando están en la vereda de en
frente por ejemplo con la Megaminería. Cerros
dinamitados diluidos en piletones con cianuro, las multinacionales se
llevan el barro con el concetrado a cambio de una ridícula regalía
del 3% y una exigua retención del 11% (paralizada judicialmente por
la prevenda de 30 años de estabilidad fiscal), aplicadas según lo
que las propias mineras declaran. La propia presidenta para
desprestigiar la lucha de Famatina salió por cadena nacional con un
supuesto trabajador minero que era un funcionario del peronismo.
¿Cuál de los partidos burgueses o los candidatos a presidente que
están en el escenario que todos ven habló aunque sea un minuto
sobre la Megaminería?
Llegó por tanto el momento de
echar a los candidatos del ajuste que buscan monopoliza la
campaña presidencial. Los candidatos del oficialismo burgués y la
oposición burguesa representan los mismos intereses sociales
capitalistas y de ninguna manera expresan las aspiraciones de las
grandes masas populares del país, en la defensa del salario, el
trabajo, las libertades democráticas y la erradicación de las
mafias enquistadas en el poder que gestionan el narcotráfico, la
trata de mujeres y todas las lacras de este sistema.
© carlitosber.blogspot.com.ar, Junio 7 MMXIV
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