jueves, 18 de julio de 2013

Actualidad

YPF, de Repsol a Rockfeller
O del imperialismo del chorizo cantimpalo al verdadero imperialismo

Es difícil no recordar el alboroto que armó la Presidenta Cristina Fernández cuando "reestatizó" YPF, amplificado por toda la plana mayor del funcionariato del Ejecutivo, las principales figuras del kirchnerismo y una campaña propagandística arrolladora. Actos con presencias estelares y masivas en la Casa Rosada, bombardeo publicitario en las transmisiones del Fútbol Para Todos y en los programas de TV que apoyan al Gobierno Nacional. El acuerdo suscripto con Chevron, en cambio, estadounidense se hizo con llamativa discreción, lejos de las luces y los bombos. Como si se estuviera ocultando algún dejo de vergüenza. ¿Por qué motivo? ¿Se estaría mancillando, tal vez, la pregonada defensa de la soberanía?


La memoria regresa inevitable al mes de abril del 2012. La Presidenta alardeó aquella vez que para cualquier cambio futuro en las condiciones de funcionamiento de YPF harían falta los dos tercios en el Congreso, porcentaje sólo factible –aunque muy lejano hoy– para el oficialismo. Pues bien, el convenio con Chevron fue posible gracias a un decreto presidencial que, de un día para otro, se divulgó en el Boletín Oficial. Por ese decreto se creó un régimen especial para las empresas que inviertan más de US$ 1.000 millones en la explotación de hidrocarburos. Después de cinco años tendrán libre disponibilidad de las divisas y podrán exportar el 20% de la producción sin abonar impuestos. Condiciones que Repsol (que descubrió Vaca Muerta) hubiera aceptado, seguramente, con los brazos abiertos. Esas concesiones (y otras aún secretas) fueron aceptadas para que Chevron invierta US$ 1.240 millones.

En diciembre del año pasado reprodujimos algunas partes en esta misma página partes de un artículo que Miguel Bonasso publicó en su Blog tiulado "El discreto encanto de Rockefeller". A horas del decreto del Poder Ejecutivo que significa una virtual re-privatización de YPF que, al fin y al cabo, nunca fue "reestatizada" del todo: siguió siendo una empresa privada, con mayoría accionaria del Estado (51%), compartiendo el directorio con Repsol (a la que expropió sólo el porcentaje de acciones necesario para llegar a la mayoría), quien mantiene desde entonces un litigio comercial internacional con el país.

Dejemos que la genial pluma de Bonasso nos explique unas cosas, que con una genial anticipación, ya estaba anunciando este decreto de entrega nacional. 

La verdad de la milanesa

La expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF-Repsol, en manos de la corporación ibérica del mismo nombre, decidida por el gobierno en abril de este año y ratificada por el Congreso el 3 de mayo pasado, escondía un dato clave que anticipé en “El Mal”: el vínculo espurio de la Presidenta con el megamillonario David Rockefeller, fundador del Council of the Americas y socio mayoritario de José Alfredo “Joe” Martínez de Hoz, el superministro de la última dictadura militar.
Detrás de esa medida “nacionalista” se ocultaba la decisión de cambiar el imperialismo del chorizo cantimpalo por el verdadero imperialismo: el que controla desde hace más de doscientos años Wall Street y la City de Londres.
El miércoles 19 de diciembre último, en Houston (Texas), Miguel Gallucio (CEO de YPF) y Ali Moshiri (CEO de Chevron para América Latina) cerraron un acuerdo por el cual se concede a esta última corporación el “derecho exclusivo” para explotar las áreas “Loma de la Lata Norte” y “Loma Campana” en Neuquén.  Chevron, donde trabajaba la buena de Condoleezza Rice, invertirá inicialmente mil millones de dólares para desarrollar cien pozos petrolíferos y gasíferos no convencionales. Pero si avanzan los acuerdos –como avanzarán, ley antiterrorista mediante- YPF le transferirá a Chevron dos áreas de 290 mil  kilómetros cuadrados en la mítica Vaca Muerta, para obtener shale oil y shale gas, mediante el temible fraking, una nueva tecnología extractiva mucho más contaminante que la megaminería a cielo abierto.
Si la cosa prospera, a pesar de los incómodos ambientalistas argentinos, que resisten heroicamente la represión en decenas de bastiones como Famatina y Andalgalá y los aún más incómodos indígenas ecuatorianos, la inversión de Chevron puede alcanzar los 15 mil millones de dólares.
En Ecuador, Chevron-Texaco ha sido condenada en segunda instancia por causar gravísimos daños ambientales en una región de dos millones de hectáreas. Entre otros cargos se comprobó que la corporación arrojó 64 mil millones de litros de agua tóxica utilizada en la extracción de crudo a esteros y ríos de la zona, afectando el territorio, los cultivos, los animales y la vida de diversos pueblos originarios. La causa judicial fue promovida por 30 mil ecuatorianos amazónicos, entre los que se cuentan indígenas y colonos organizados en la “Asamblea de Afectados por Texaco”.
La sentencia en Ecuador tuvo una consecuencia judicial impensada en Argentina, donde el juez civil Adrián Elcuj Miranda se solidarizó con la condena en Ecuador y dispuso un embargo sobre bienes y créditos de Chevron Argentina SA hasta alcanzar la suma de 19.552 millones de dólares. (Los activos de Chevron Argentina están valuados en dos mil millones de dólares). La filial argentina argumenta (obviamente) que no tiene nada que ver con Chevron-Texaco de Ecuador y que esta terminó sus operaciones en aquel país en 1990. Es sugestivo que, pese al embargo, se avanzara hasta el acuerdo entre Gallucio y el jefe latinoamericano de Chevron. Las presiones en Argentina para que el embargo no se aplique ya están a la orden del día: el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag y el secretario general del sindicato petrolero de la zona, Guillermo Pereyra, ya se presentaron en la causa como “Amicus curiae”. Que no significa amigos de la guita, sino apoyos al querellado. 
El presidente ecuatoriano Rafael Correa visitó la Argentina el 4 de diciembre último y abogó ante CFK para que se cumpla el embargo. Como respuesta, su aliada envió a Gallucio a Houston para cerrar un primer acuerdo con Chevron. 
Ahora bien: ¿qué es Chevron?. Wikipedia lo revela sin ambages: “Es una empresa petrolera estadounidense constituida en 1911 en California, tras la disolución del trust (“Corpo”) Standard Oil, bajo el nombre Standard Oil of California. En un período de más de cuarenta años, John D. Rockefeller llevó a la Standard Oil a ser la compañía más grande del mundo por mucho tiempo”.
En “El Mal” dejé plasmada y hasta fotografiada la amistad entre Cristina y David Rockefeller. Tanto The Americas Society como el Council of the Americas, los dos poderosos lobbies de inversión y saqueo fundados por el petrobanquero han actuado como plataformas de apoyo a la mandataria argentina, a pesar de todas sus nacionalizaciones (tanto las genuinas como las falsas). En ese foro, regenteado por Susan Segal (amiga personal de la mandataria argentina y alta ejecutiva del Grupo Rockefeller) Cristina muestra una cara menos “nacional y popular”. El 26 de setiembre de 2007 dijo en el gran salón del hotel neoyorquino Waldorf Astoria: “Este país que hoy ofrecemos gustosos a todos los que vengan a invertir, con la concepción y la comprensión, por parte de quienes estamos allá que la rentabilidad no es un pecado, que ganar dinero no es pecaminoso”. 
En ese escenario, el 22 de setiembre de 2008, tuvo lugar el afectuoso encuentro que ilustra esta nota: Cristina, emocionada, admirativa, toma con sus dos manos la diestra de David Rockefeller, el banquero que apoyó los golpes militares de los generales Juan Carlos Onganía y Jorge Rafael Videla. 
De nuevo en el Council, en setiembre de 2010, “la presidenta entusiasmó a la audiencia cuando informó que se usarían reservas del Banco Central para pagar deuda” (El Mal-Editorial Planeta, octubre de 2011). Los empresarios -reunidos por Rockefeller y el genocida John Dimitri  Negroponte (capo del Council of the Americas)- la aplaudieron a rabiar.
Un alto ejecutivo de JPMorgan recordó que la economía argentina había crecido 8,5 por ciento. El representante de Monsanto, Jesús Madrazo Yris, salió eufórico del encuentro: “Es tranquilizador que en la Argentina se impulsen reglas claras y transparentes para inversores”.
Pero la más elocuente fue la propia Presidenta: “Es la primera vez desde que me entrevisto con empresarios que veo este cambio de actitud. Obviamente ha tenido que ver la reestructuración de la deuda: cuando uno paga lo que debe te miran más lindo”.
¿Quién traiciona? ¿Quién le hace el juego a la derecha? Los críticos, los opositores, los presuntos agentes de Héctor Magnetto, o la máxima e indiscutida autoridad del Proyecto. Más allá del saqueo practicado por las megamineras en los Andes, las semillas transgénicas en nuestros campos o el fraking en la profundidad de nuestras rocas, otras señales desnudan la índole reaccionaria de este gobierno: el congelamiento de salarios y jubilaciones, el impuestazo inflacionario, el aumento de las tarifas, son apenas algunas de las expresiones de un “ajuste” que no se quiere hacer explícito, pero aprieta como los que se practican sin falsos rubores.

Los presidentes de Chevron y de YPF firmaron el martes pasado un nuevo acuerdo para el desarrollo de un área petrolera a la que llamaron General Mosconi, en la zona de Loma La Lata. El convenio establece la propiedad 50%/50% de la producción. La presidenta lo definió ayer como un “acuerdo importantísimo”.

Chevron deberá desembolsar antes de los próximos 60 días 300 millones de dólares. Y 940 millones adicionales en los próximos 12 meses. A partir de ahí, las inversiones para el desarrollo del área General Mosconi, por la que firmó el acuerdo con YPF, serán en partes iguales entre la petrolera norteamericana y la estatal argentina. Así lo establece el acuerdo firmado el martes, que sigue manteniéndose en reserva, pero del que empiezan a trascender algunos detalles. Por ejemplo, que está regido por una ley extranjera: la de Francia.

La explicación que dan en la empresa es que “todos los contratos de este tipo se hacen así”. Sin embargo, el hecho choca con los conceptos que el Gobierno viene manejando en lo que hace a YPF, donde siempre destaca la “soberanía hidrocarburífera”. También ese sometimiento a tribunales extranjeros parece un contrasentido respecto a las críticas de la Casa Rosada a los juicios de los fondos buitres en Nueva York o el desconocimiento a los fallos de tribunales globales como el CIADI.

El “área piloto” que abarca el acuerdo son 20 km2. Allí en los próximos 12 mees deberán hacer 100 pozos de desarrollo. Para financiar esa etapa, Chevron deberá desembolsar otros US$ 940 millones en un año. Sumando los aportes ya hechos por YPF y los que haga Chevron, serán US$ 1.500 millones en inversiones.

En el marco de las elecciones legislativas, este decreto usurpa a la oposición macrista, denarvaizta, terragnista y pratgaista la reivindicación de la devaluación del peso y del ‘retorno’ al mercado internacional de capitales, para superar la crisis de financiamiento de la economía capitalista nacional. Pero también implica la aceptación del método de ‘fracking’ para el tratamiento del gas no convencional, que es por un lado altamente contaminante, porque afecta las napas freáticas, y por otro lado potencia los efectos sismícos típicos de la cordillera, porque debilita la cohesión del suelo. La experiencia norteamericana en estos dos aspectos es concluyente.


¿Qué es el fracking?

La fracturación hidráulica o fractura hidráulica (comúnmente conocida en inglés como hydraulic fracturing o fracking) es una técnica para posibilitar o aumentar la extracción de gas y petróleo del subsuelo. El procedimiento consiste en la inyección a presión de algún material en el terreno, con el objetivo de ampliar las fracturas existentes en el sustrato rocoso que encierra el gas o el petróleo, y favoreciendo así su salida hacia el exterior. Habitualmente el material inyectado es agua con arena y productos químicos, aunque ocasionalmente se pueden emplear espumas o gases.

Se estima que esta técnica está presente en aproximadamente en el 60% de los pozos de extracción actualmente en uso. Debido al aumento del precio de los combustibles fósiles, que ha hecho económicamente rentables estos métodos, se está popularizando su empleo en estos últimos años, especialmente en los EEUU.

Existe una gran controversia sobre el peligro medioambiental derivado de esta técnica, pues además de un enorme consumo de agua, es habitual que junto con la arena se incluyan multitud de compuestos químicos, cuya finalidad es favorecer la fisuración o incluso la disolución de la roca, y que podrían contaminar tanto el terreno como los acuíferos subterráneos.


¿Cómo funciona el fracking?



Repercusiones en el medio ambiente

Las principales repercusiones posibles son la emisión a la atmósfera de contaminantes, la contaminación de aguas subterráneas debido a los flujos incontrolados de gas o fluidos causados por erupciones o derrames, la fuga de fluidos de fracturación y el vertido incontrolado de aguas residuales. Los fluidos de fracturación contienen sustancias peligrosas y su reflujo contiene además metales pesados y materiales radiactivos procedentes del depósito.

Las experiencias obtenidas en los Estados Unidos muestran que se producen numerosos accidentes que pueden dañar el medio ambiente y la salud humana. Entre un 1 y un 2 % de los permisos de perforación violan las obligaciones legales. Muchos de estos accidentes se deben a una manipulación incorrecta del equipo o a fugas de este. Por otra parte, cerca de los pozos de gas se ha registrado contaminación de aguas subterráneas con metano, que en casos extremos pueden provocar la explosión de edificios residenciales, así como con cloruro de potasio, que provoca la salinización del agua potable.

Otra repercusión inevitable de la extracción de gas de esquisto es un alto índice de ocupación de tierra debido a las plataformas de perforación, las zonas de aparcamiento y maniobra para camiones, equipos, instalaciones de procesamiento y transporte de gas, así como las carreteras de acceso.

En Ecuador, Chevron-Texaco ha sido condenada en segunda instancia por causar gravísimos daños ambientales en una región de dos millones de hectáreas. Entre otros cargos se comprobó que la corporación arrojó 64 mil millones de litros de agua tóxica utilizada en la extracción de crudo a esteros y ríos de la zona, afectando el territorio, los cultivos, los animales y la vida de diversos pueblos originarios. La causa judicial fue promovida por 30 mil ecuatorianos amazónicos, entre los que se cuentan indígenas y colonos organizados en la “Asamblea de Afectados por Texaco”.


Problemas que causa el fracking

La técnica de extracción de gas y petróleo no convencional denominada fracking lleva años aplicándose en varios países, sobre todo en Estados Unidos, donde se han constatado una serie de problemas asociados a este tipo de explotaciones. Entre los problemas que causa el fracking entorno de las explotaciones donde se emplea esta técnica podemos destacar:
  • Contaminación de las aguas superficiales y subterráneas.
  • Contaminación del aire.
  • Afecciones a la salud humana.
  • Alteraciones del paisaje y el terreno.
  • Contaminación de suelos al cerrar los pozos.
  • Riesgo sísmico.



© carlitosber.blogspot.com.ar, Julio 18 MMXIII
Permitida su copia, plagio o reproducción sin citar la fuente

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Fuentes: http://bonasso-elmal.blogspot.com.ar/2012/12/el-discreto-encanto-de-rockefeller.html; http://frackingezaraba.org/que-es/; http://es.wikipedia.org/wiki/Fracturaci%C3%B3n_hidr%C3%A1ulica; http://banmichiganfracking.org/?page_id=511; http://www.ieco.clarin.com/economia/acuerdo-YPF-Chevron-rige-Unidos_0_958104189.html; http://po.org.ar/blog/2013/07/15/nacionales-y-populares-retornan-al-regimen-petrolero-del-menemismo/; http://po.org.ar/blog/2013/07/18/confirmado-reprivatizan-ypf/; http://carlitosber.blogspot.com.ar/2013/02/actualidad.html#more

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