El default deseado y el nacionalismo bipolar
La Jefa estimula la explotación del beneficio adolescente de pelearse con el Imperialismo Yanki. Una actitud que despierta adhesiones fáciles: apoyos retóricos entre los nacionalistas desconcertados del “adentro” y de los abundantes antimperialistas sueltos del “afuera”. Ambos están a la pesca inocente de las causas perdidas que aporten la reconfortante chapa de la rebeldía. El sentimiento antinorteamericano es intenso y efectivo. ¿A quién no le gusta pelearse con la la máxima potencia militar, económica y cultural del Mundo? Y más cuando no se puede aportar soluciones argentinas para los problemas argentinos, cuando por la falta de credibilidad y el desgaste cualquier idea "buena" se transforma automáticamente en mala porque interlocutor que la la comunica no tiene la autoridad moral para ejecutarla. Pasa que La Jefa y el Ladricorporativismo son parte sustancial del problema. Por más almuerzos en el Vaticano, invocaciones y eucaristías hoy cualquier pagador de sueldos reconoce que en tanto sigan a la Argentina no va a llegar una moneda, y los que tienen un cobre -adentro o afuera- no lo van a invertir.
Para llegar hasta aquí, a la agonía petulante y hasta ambiciosa, La Jefa demolió el acuerdo de los banqueros privados con los llamados “buitres”. Fue una decisión personal, cuando Juan Carlos, El Marginal titular del BCRA, había girado los respectivos 200 millones de dólares de la garantía, y el ministro Axel, el militante juvenil, también estaba conforme con la decisión de pagar. En medio de la epopeya trucha, y aún luego de concretar la cruzada heroica de cartulina en las Naciones Unidas, aquí debe confirmarse que Argentina se fue al descenso del default porque La Jefa lo prefirió.
No fue la cruzada nacionalista que compran tan inocentemente los incondicionales que se fanatizan -aplaudidores, muchos pagos, entusiastas que pronto tendrán que salir a pasear con pasamontañas cuando no se venderán sin ponerse colorados a la próxima moda, como la mayoría de los funcionarios-. Se trató simplemente de una vuelta a las fuentes de Ladricorporativismo -más de la época en la que se lo llamaba Ladriprogresismo "nacional y popular"-. Ante cualquier problema, antes que la solución debe encontrarse siempre un culpable.
Primero fueron los fatídicos 90 y el desastre del 2001. Después -cuando El Turco, el Riojano Más Famoso, se hizo senador oficialista, garantizándose la impunidad-, hasta un olvidado 7 de diciembre, fue La Cadena Ilegal Nacional del Desánimo y los medios opositores -por ser críticos y por esa condición corporativos y antinacionales-. Fue una y otra vez el fantasma del Cabezón de Lomas de Zamora -el que lo ungió a Él en la lejana campaña presidencial del 2003-. Ahora son los buitres del juez municipal -que el Gobierno Nac&Pop designó hace 9 años para que solucione los litigios-. Y providencialmente aparece ahora el bocón del titular de la embajada yanki -el Imperio no nos considera dignos como para poner un embajador en Buenos Aires-, un pobre nabo al que lo vendieron como un potencial Spruille Braden. Es más ahora, en un nuevo giro de la misma estrategia, antes de irse a Roma a pedirle la escupidera al Papa, anticipó los problemas antes de que ocurran para echarle la culpa de lo que probablemente suceda al Fantasma Cabezón y a los sindicalistas opositores.
Sólo alguien con problemas mentales o muy cínico puede negar que mientras la estanflación significa que la inflación se morfa los ingresos de todos los que dependen de un sueldo -laburantes, jubilados, beneficiarios de planes sociales- y que la recesión deja desocupados y suspendidos en ese contexto donde no alcanza la guita. Sólo alguien que no razona o que, por fanatismo, tiene el raciocinio en el limbo, puede negar que hay un núcleo duro de marginalidad que se quedó en el borde y que la crisis cultural y de los valores de los 90 ha dejado una moralidad algo ambigua en lo relativo a lo que es legal o ilegal que ha trascendido a todas las clases -y tienen en la figura del Amado Vice, al auténtido rock star de los ladris sin verguenza-, complicando el flagelo de la inseguridad -más aún con la instalación del narcotráfico, la trata de mujeres, las mafias, las barras bravas y la corrupción policial-. Sólo alguien ciego o muy mala persona no ve la cantidad alarmante de personas que deambulan, mendigando -cuando son honrados- y duermen en la calle, o en las estaciones de trenes o en cuanto recoveco encuentren para refugiarse -la mayoría niños-.
La estrategia dual es bastante inteligente y nada improvisada. A La Jefa le permite mantener la iniciativa. No come vidrio y está decidida a arreglar con los “holdouts” -los tenedores de bonos que se prefieren llamar "buitres", como si fuéramos carroña-. Pero, para que la realidad no se la lleve puesta, quiere cerrar el acuerdo durante el primer trimestre de 2015. Sin los riesgos, candorosamente sobrevalorados, de la cláusula RUFO. Aparte del aire espiritual que suele aportar el Papa, para llegar a 2015 La Jefa necesita sobrevivir al fatídico diciembre anunciado por ella misma vendiendo nacionalismo berreta en cada abuso de la Cadena Nacional. Todo lo que, en adelante de oponga, es bancado por los "buitres": la impresentable "opo" política, los medios corporativos críticos, los troskos, los empresarios que suspenden o cierran, los saqueadores, la lluvia que inunda los campos de la Pampa Húmeda, las críticas de la embajada de Estados Unidos, la colección de procesamientos del Amado Vice, etc.
Hasta antes de ayer el Gobierno Nac&Pop se esmeró en la etapa de los méritos. Entre los billetazos limpios para el CIADI, los billetazos humillantes por la catástrofe de Repsol, y el ponedor compulsivo del ministro de Economía que dos mil novecientos palos de más para el Club de París. El Militante Juvenil le puso el pecho y las nalgas a todos los punitorios. Después del fallo del juez buitrero, recuperaron la épica nacionalista. Vendiendo un fracaso como un triunfo -al fin y al cabo el Gobierno argentino eligió esa jurisdicción municipal, litigó durante un largo juicio hasta el fallo adverso, y dos años más ante las instancias superiores de la Justicia Imperial sin lograr darlo vuelta-.
Por el momento, la manuela del nacionalismo sirve. Se cuenta con el aire espiritual del Papa. Con la captación de las solidaridades inútiles en los lugares equivocados. Con una ley soberanamente absurda, pero que mantiene indemne el costado ilusorio, combativo e idealista. Y con la tranquilidad de una "opo" política carente de ideas alternativas, con retórica nula y, cada vez más evidentemente, sin ganas de hacerse cargo de la sucesión.
Aunque no haya nadie que quiera impedírselo, La Jefa sólo está trabada por su propio cálculo político. Nadie tiene el menor interés en rajarla. Es por su propia voluntad que parece que está en la lona. Mientras tanto, los muchachos de La (Agencia de Colocaciones) Cámpora reinstalan, desde La Paternal, la ficción de su supremacía imbatible. Son los que sostienen el desvencijado relato. Surrealismo o realismo mágico que impulsa la Revolución Imaginaria. Junto a una colección de oportunistas sueltos que se aferran a los puestos y a los medios de comunicación. Y que cuentan con la impotencia colaboracionista de los señores feudales del Interior profundo -allí donde la democracia todavía no llegó-.
Certifican con convicción que, de ser la exitosa abogada -sin matrícula para ejercer su profesión, al menos en nuestro país- de nuevo candidata, nadie estaría en condiciones de competirle. Una galletita amarga que El Niño Cincuentón Mauricio, se come en silencio. Como se la come también Sergio, el Renovador de la Permanencia. Galletita que soportan los Malvineros Sentimentales de la nueva Alianza entre Radichetas y Sojasocialistas -más interesados en pelearse entre ellos que con el Ladricorporativismo-. Y hasta El Gallego Cordobés Profesional, al que quisieron cargarse el último diciembre.
Lo cierto es que el Ladricorporativismo, con la producción de acontecimientos, vuelve a la carga. Produce los acontecimientos con lo que tiene, que no es poco, el manejo del Estado, en primer lugar, y un multimedio oficialista -formado por los medios estatales y corporaciones mediáticas "nacionales y populares" en manos de capitalistas "amigos" y otros comprados con la pauta oficial-, en segundo término. Marca hechos, incluso antes de que ocurran. Hoy cuentan las monedas para comprarse un pancho, pero son verdaderos maestros en el arte de tergiversar. De mandarla cambiada. Con la iniciativa capturada: cuando se frenan es sólo para tomar envión.
© carlitosber.blogspot.com.ar, Septiembre 20 MMXIV
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