Los Ladricorporativistas dicen que la bola es bolita
En la "década (¿) ganada (?)" la "bolita" se fue de 150 mil millones (150.000.000.000) a 200 mil millones (200.000.000.000) con quita del 60 % al 93% de los bonistas individuales (en dos tandas de canje) y pago al contado al FMI y los organismos multilaterales de crédito -para que no "jodan" con sus molestosas "revisiones" anuales sin tener que pegar el portazo e irse, o sea sin "pisar fuera del plato"-. La "bolita" estaba "arreglada" hace un año y ya podíamos vivir soberanamente "de lo nuestro", pero 2014 empezó con las negociaciones de los "cabos sueltos" con el acuerdo con el Club de París y la aceptación de una serie de "metas" del FMI y los organismos multilaterales de crédito -arreglar con el Ciadi, pagarle a Repsol los "servicios" prestados en YPF, devaluar, subir las tasas de interés y ajustar- para empezar un nuevo ciclo de endeudamiento. Pero los "fondos buitres" consiguieron el apoyo de la Corte Suprema del Imperio y ahora la "bolita" nos impide acceder al crédito internacional -deseado tanto por el Gobierno Nac&Pop como por sus impresentables "opositores"-. Freno a la inversión por incertidumbre. Puestos laborales que si se pierden no se reponen. Devaluación en incómodas cuotas. Inflación del 40% interanual. Dólar blue cerca de 14. ¿Qué hace un chico al que le mordió un perro -y más de una vez- cada vez que en la calle ve uno? Cruza. ¿Y qué hace un argentino cuando ve venir una devaluación? Cruza al dólar. A diferencia de la fobia, que muchas veces es irracional, el Estado argentino muerde en serio: en los últimos 40 años, le arrancó de un tarascón 13 ceros a la moneda. Sin embargo, en su discurso en la Bolsa de Comercio, La Jefa invitó a los empresarios a acariciar al can: "Estamos ante la oportunidad histórica de generar un mercado de capitales propios en la Argentina. ¿Por qué no agrandar este mercado de capitales con nuestro propio ahorro interno?". O sea: "Reconozco que ya no van a venir inversiones. Así que tráiganla y pónganla, que la ley de abastecimiento ladra, pero no muerde. Acarícienla que no les va a hacer nada". Hasta ahora, nadie se arrimó al bicho.
Aquí hay dos cuestiones diferentes que me parece importante aclarar: una es el problema de los "fondos buitre", y el otro el la sentencia del maldito juez municipal confirmada en las superiores instancias de la "Justicia" Imperial. ¿Cuál es el problema de los "fondos buitre"? Cuando un Estado entra en crisis económica, y casi todos lo han sufrido en algún momento de su historia, tiene que llamar a sus acreedores y llegar a un acuerdo. Normalmente, ese Estado hace una apuesta que no conforma a todos, hay un grupo que no está de acuerdo, y ese grupo puede actuar judicialmente. El problema es que, a nivel internacional, no hay una ley que regule esto como sí la hay a niveles nacionales. En todos los países hay una ley de concursos y de quiebras: lo que resuelve la mayoría obliga a la minoría. A nivel internacional, eso no existe. Entonces, un país que hace un acuerdo con el 90% de sus acreedores y luego el 10% le destruye todo eso... es algo muy perjudicial para el país. Es algo a lo cual todos los que yo he escuchado en materia jurídica entienden que hay una censura al modo en el cual funcionan estas especulaciones financieras, y me parece que podemos dejar en claro lo siguiente: estamos todos en contra de los "fondos buitre", del modo en el que actúan, de la especulación financiera que destruye las economías. Este es un tema. Pero el problema es que no está regulado internacionalmente y hay que plantearlo. Ahora, otro tema distinto es la situación concreta que tenemos nosotros: hay un proceso judicial, hay una sentencia. La situación no es sencilla, porque el Estado argentino estableció esa jurisdicción y aceptó las reglas del proceso hasta que le falló contra lo que esperaba. Tenemos que pensar, en primer lugar, que es un tema muy importante no sólo para los que hoy estamos con vida sino para las generaciones futuras. Hay que verlo con mucha responsabilidad, hay que hacer un análisis que esté fuera de las cuestiones electorales y, sobre todo, me parece que hay que difundir mucha información. Cuando uno tiene un problema de esta naturaleza, que es una gran cuestión de Estado, deberíamos contar con un escenario y decir: “Esta solución trae estos costos y estos beneficios; esta otra solución trae estos costos y estos beneficios y, finalmente, esta tercera solución tiene estos costos y estos beneficios”. Pero el Gobierno Nac&Pop apuesta a la "malvinización" de la cuestión, sacarle rédito político para la transición del año que viene y "ganar tiempo" para que se caiga la Rufo, ganar la próxima elección y con legitimidad de origen volver a arrodillarse con el capital financiero trasnacional y usurero; o regalarle la "papa caliente" a sus "opositores" -muchos de los cuales, vale aclarar, ya tienen las rodilleras puestas y el pote de vaselina en la mano-.
El proyecto de ley que manda el Ejecutivo es parte de una pulseada con los fondos buitre, no un intento de salida a la crisis de la deuda. El Gobierno Nac&Pop está empeñado en ser el mayor garante de la deuda externa de Argentina en toda la historia. El Ladricorporativismo pretende con este tercer canje emplazar a los "opositores" a que opten entre la patria o los buitres. Pero la patria significa asegurar el pago de la deuda a como sea, y los buitres significan pagar, como sea, la deuda. De todos modos, quienes paguen la deuda serán los trabajadores, por medio de la inflación, mayores impuestos, salarios deprimidos y despidos. El cambio de jurisdicción sería en forma voluntaria, declarando por adelantado la inviabilidad de pago por encima del fallo establecido por el juez municipal. La jurisdicción norteamericana seguirá vigente.
La Jefa, sin embargo, habla de otra cosa cuando asoma en sociedad. En la Bolsa de Comercio se entusiasmó con el armado de un mercado de capitales propio que pueda mantener al país al margen de los vaivenes del mundo. ¿Un mercado de capitales con cuatro o cinco paridades cambiarias, cepo y restricciones comerciales? ¿Un mercado donde el 41% de los laburantes está en negro y los que ganan la super fortuna de 12 lucas al mes pagan impuesto al salario en un escenario de inflación? ¿Un escenario donde los bancos se preparan para las jugosas comisiones de un nuevo "canje" de la deuda, pero el Gobierno Nac&Pop homologa paritarias por debajo de la inflación?
Un promedio entres las "consultoras especializadas" que consultan los medios "desestabilizadores" y lo que reconoce el propio IndeK (intervenido desde 2007) estima que el consumo bajó este año entre 3% y 4%, muchísimo para el motor que en tiempos mejores empujaba la economía y muchísimo, también, para las aspiraciones de la La Jefa que aconsejó infructuosamente a la población dejar de comprar dólares y consumir, “porque el consumo interno es lo que nos salva”. Fuera de cualquier contraste entre las ideas y la realidad, la gente tiene comportamientos típicos de las épocas de "bolsillos flacos": hace compras más espaciadas, camina y alterna marcas y productos según sus precios, prefiere envases más chicos y segundas marcas, se aleja de los bienes que han pasado a ser suntuarios y, en fin, cuida sus gastos. Y si le sobra un manguito, y el cepo se afloja, lo convierte en divisa.
El panorama es más denso en el Conurbano bonaerense y en el interior que en la Capital Federal, lo cual revela algo recurrente en situaciones así: que la crisis pega sobre todo en los escalones de abajo de la pirámide social. En los últimos doce meses la venta de carne cayó 15,6% y 37,9% la de frutas y verduras, pero el dato que mejor ilustra todo está en otro casillero: el consumo de pan aumentó 56,4%. Como solían decir los viejos cronistas, huelgan los comentarios.
Los problemas están a la vista y no los ven sólo aquellos que no quieren verlos o viven en un círculo cerrado e impermeable a las malas noticias. Nada se derrumbará, pero las cosas han tomado una dinámica cada vez más difícil de controlar. Hay recesión, el índice de precios real orilla el 40% anual, las reservas son escasas y encima el precio de la soja no acompaña; el rojo fiscal va camino de los $ 230.000 millones y, de tanto exprimirlas, flaquean las cajas del Banco Central y de la ANSeS.
El vapuleado "Proyecto Nacional y Popular" no contempla ninguna medida para frenar las suspensiones y despidos de trabajadores -sólo aprueban subsidios para empresarios que igual van a la "quiebra" como los Donnelley-. No dice nada de expropiar (sin indemnización) toda empresa que cierre -en este punto rige la ley del Dinosaurio Bernardo y su Gendarmería del Proyecto X-. No dicen nada sobre la inflación que se come los salarios y jubilaciones -al contrario siguen mintiendo con los índices oficiales y se aferran al impuesto al salario"-. No dicen nada sobre la inseguridad y el narcotráfico -se contentan con operativos de saturación de acuerdo a donde los medios indican que ocurrieron varios casos resonantes seguidos-. No dicen nada ante el escenario de recesión -sólo se preocupan por que los dejan seguir pagando la deuda externa para la que se aferran al fiscalismo del IVA que pagan todos y el inmoral impuesto al salario-.
© carlitosber.blogspot.com.ar, Agosto 23 MMXIV
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