lunes, 23 de noviembre de 2015

Con el diario del lunes

Chocaron la Ferrari, a propósito


Ayer, mientras veía por televisión las lágrimas afuera del mini bunker que montó Yoli en un cheto hotel del Centro y leía en Facebook como algunos rompían en llanto y gritaban que no entendían por qué la gente votaba así. Confieso que me dio un poco de angustia por empatía. Pero a la tercer persona que vi preguntarse lo mismo –insultos al mundo más, insultos al mundo menos– me di cuenta que realmente se creyeron todo. No es que no lo supiera, pero una cosa es una hipótesis, y otra es probarla. Fíjense todo lo que han dicho que pasaría si ganaba el Ángel Exterminador y más de la mitad del electorado lo votó igual. Lo que me mata de risa es que con todas las contras que podría tener y así y todo la gente lo votó. Hay gente que cree que se la van a empomar el año que viene y lo eligió igual. Noten lo que han hecho que con todo lo que dijeron, perdieron. Lo insensato es que se pregunten todavía por qué.



Con una ventaja que deja lugar al “margen de error” culmina el año enteramente perdido. El final reservó la cuota de suspenso, que no evitó a que asistamos al encumbramiento del Ángel Exterminador, sí, Mauri, el Niño Cincuentón que soñaba con ser presidente y nos tapó el upite a todos. Como en 2003, otra vez, el segundo pasa a ser el primero. La diferencia es que esta vez, el que fue primero, encaró hacia el sacrificio y murió con las botas prestadas que, en el fondo, le calzaban mal. Primero por la pésima gestión en la Provincia inviable a donde le querían poner como frutillita del postre la impresentable presencia en el Sillón de Rocha de La Morsa Khannibal a lo que los bonaerenses respondieron encumbrando a La Chica de Flores, la simpática María Eugenia. Y ayer fue el turno del Cordobazo facho, la provincia que deparó, gracias a La Jefa, el tal vez máximo error del Ladricorporativismo. Sumado al siniestro Cenador cuya fiscalización permanente fue más un plomo que “tobillera electrónica”. Ahora ambos -La Jefa y el desdichado Yoli- en adelante tendrán dificultades para encarar alguna otra superproducción. En el peronchismo suele abundar la crueldad con los derrotados.

Ya en campaña ante el balotaje, Yoli intentó tardíamente polarizar con la nueva Alianza diciendo que El Ángel Exterminador preparaba un ajuste y que él mismo se postulaba como el garante de los derechos de los trabajadores conseguidos durante la llamada “década ganada”. Si este tipo de campaña tuvo éxito en Brasil, aquí no alcanzó para detener el impulso a favor de la nueva Alianza. Mientras el candidato del peronchismo proponía el aumento del mínimo no imponible del impuesto al salario y el 82% móvil –a la mínima- para los jubilados, también decíaque estaba dispuesto a sacar el Ejército a la calle para “combatir el narcotráfico”, que iba a ser “impiadoso” con los piquetes y los nombres que sonaban para su cartera económica también eran ajustadores que ya habían sido parte del hundimiento del país bajo la vieja Alianza. A esto se sumó que el candidato de la nueva Alianza no se presentó como un representante de esa política de ajuste. Por el contrario, durante los últimos meses moderó su discurso, pasando crecientemente a un relato vacío pero donde sostenía la continuidad de algunas de las principales medidas económicas que el gobierno saliente reivindica como parte del “modelo”. Al mismo tiempo, ocultó a sus asesores económicos que representaban una política claramente neoliberal, pillo.

La derrota del relato

Si la única verdad es la realidad, ésta es tan subjetiva como la percepción que tenga cada uno de ella. El relato Ladricorporativista se construyó como el enemigo de cientos de realidades que crearon, sin importar que muchas de ellas fueran incompatibles, como ese detalle de señalar a los ricos con el dedo inquisidor con un Rolex Presidente bailando en la muñeca. El último de sus grandes relatos -inaugurado en 2007 por Él para bancar al Perdedor Serial– es que Mauricio es El Ángel Exterminador. Y ayer -contra todos los pronósticos- ganó El Ángel Exterminador. Ahora la gente come vidrio, es estúpida, pelotuda, enferma, aburguesada. Les agarra la paranoia y se sienten extranjeros en su propia patria. En un rapto ezquizoide sienten que son los únicos que tienen la razón en un país de idiotas. No hay terapia que supere eso, pero bueno: es el problema de los fanatismos.

Lo insensato es que no entiendan por qué ya nadie se cree el relato. Por qué, en el peor de los casos, más de la mitad de los votantes de ayer fue al kiosco de en frente a comprarse otro; igual de vacío, igual de contradictorio, igual de artificial, igual de mentiroso. Los más desencajados son los que se sumaron a última hora que con la patética muletilla no soy peronchista ni ladricorporativista pero esto es lo menos pior. Se sumaron mal y tarde al relato y como Yoli intentaron ir a la batalla con botas prestadas.  

La respuesta es simple y se resume en recordar qué pasó desde octubre de 2011, el pico de éxito del Ladricorporativismo, para acá. En el mismo discurso de festejo La Jefa empezó cuando dijo que de su lado estaban la bandera y la historia de la Patria y del otro la entrega y la galería de los enemigos del país. La siguió en el día de la jura, cuando hizo que su propia hija le colocara la banda presidencial, rompiendo protocolos y dando el mensaje al mundo: Gobierno yo sola, sin control y sin que nadie me rompa la ilusión. 

En nombre del 54% se peleó con todos, incluyendo a los que habían aportado en buena manera a ese 54%: la mitad de la burocracia sindical que seguía al Groncho camionero Hugo. Y, a los pocos meses, mostraron una falta total de empatía, cuando guardaron casi un mes de silencio tras la muerte de 51 personas y una por nacer, y volvieron sin dar un sola condolencia gritando a los cuatro vientos que iban "por todo" como si no hubiera pasado nada. 

Porque miles de militantes de velorio que se sumaron para putear a cualquiera que opina diferente para canalizar todos sus traumas y frustraciones. Porque si no tienen acceso a la vivienda y todavía están esperando que palmen sus viejos para ser dueños de lo que sus padres ya eran propietarios a la misma edad es culpa del diabólico sistema financiero -que controla su propio gobierno y es el único sector que crece en recesión-. Porque se metieron en todos y cada uno de los rincones de nuestras vidas, decidiendo hasta en qué orden tenían que estar los canales de televisión para que sea “más pluralista”. 

Porque la korrupción mató más de medio centenar de muertos en un choque ferroviario absolutamente evitable. Porque bancaron a morir al impresentable Amado Vice y su máquina de hacer billetes. Porque siguieron verseando los índices económicos y los ministros se querían ir de las entrevistas cuando le preguntaban por eso. Porque la condenaron a Felisa por la bolsa de guita en su despacho y se callaron la boca. Porque bancaron las patoteadas de Whilly y el dedito acusador del Militante Juvenil Axel que sólo leyó "Keynes para principiantes". Porque su Jefa abusó de las cadenas, las eternas cadenas, las imposibles cadenas. Porque nos obligó a ver sus llantos televisados, de luto al lado de su retrato, en silla de ruedas o con la bota ortopédica que cambiaba de pierna.

Porque trazaron una raya en el piso, nos colocaron del otro lado y empezaron a putearnos y escupirnos ante la necesidad de culpar a alguien de lo que salía mal. Porque hasta hace 15 minutos, en el mismo lado de la raya nos enchufaron a Yoli, el que manifestó su deseo de ser presidente hace un par de años y lo trataron de golpista, conservador, retrógrado y candidato de Clarín y de los fondos buitre. Y como hicieron siempre, de un día para el otro dijeron que no era tan así, que era lo más mejor del universo todo.

Porque convirtieron al Gobierno en una máquina generadora de excusas. Que si hay un apagón generalizado por culpa de la desinversión provocada por años de subsidios sin control alguno al sector energético, es que alguien bajó la palanca. Que si hubiera sido sábado, en Once morían menos personas. Que el fiscal era putañero y manipulado por Clarín y la Cia por lo que se merecía que lo suicidaran. Que la culpa de sueños compartidos es de Schoklender y no de los delincuentes que le dieron cabida. Que a la ciudad de La Plata devastada por el agua y la muerte la jodieron los countries. Qué cuando se inundó medio Buenos Aires y se borró el goberna, no se fue de vacaciones sino a desestresarse. Que esto es Harvard y no La Matanza, que siempre fue una exitosa abogada sin matrícula, que los arrepentidos que salen por televisión vendieron ficción, que la diabetes es una enfermedad de gente rica, que los abuelos que quieren enseñar a sus nietos el valor del ahorro son unos viejos amarretes, que el mundo se derrumba como una burbuja –porque en el curioso mundo de La Jefa, las burbujas no explotan, se derrumban–, que dar la cotización del dólar blue es cómo dar el precio de la cocaína. Que el pacto con Irán no es una claudicación sino la necesidad de tranzar con los sospechados de dinamitar a 85 compatriotas, que todos los que vistieron uniforme en la dictadura son demonios menos el imputado Milani. Que lo importante es tener créditos de 50 cuotas para comprar una licuadora, que pretender un crédito hipotecario es de cipayos. 

Porque a La Jefa no le alcanzaba con ser la Presi y tenía que sentirse “un poco la madre de todos”, o ser una arquitecta egipcia, capitana la patria, reencarnación de Napoleón, contadora sin balances, médica, ingeniera, bioquímica, sabelotodo de todo, habladora sin saber profesional.

Porque nos quisieron versear las con las estatizaciones "a pedido". Primer salvaron al papá del Ángel Exterminador y a los franceses que manejaban las aguas corrientes y las cloacas en Capital y GBA porque la devaluación del 2002 los había partido al diome. Después rescataron a los bancos y sus AFJPs que no iban a poder pagar las jubilaciones porque se habían morfado la mitad de la guita en comisiones. Más tarde vino el más escandaloso salvataje con la quedrada aerolínea de bandera, símbolo de la entrega que ellos mismos habían hecho en los 90, sin cobrarle nada a los que la fundieron al robarle casi todas las rutas internacionales, pusieron en nuestra cuenta la reparación de la empresa. Y como si eso no bastaron, se hicieron socios de los delincuentes que vaciaron YPF -con todos los balances aprobados por ellos mismos-, pusieron en nuestra cuenta el rescate y el pago a los que la fundieron, y encima ni la estatizaron -o sea, nos hacen mantener una multinacional que cotiza en la Bolsa de NYC, y eso es una patriada-.  

Por si todavía siguen sin encontrar la respuesta, paso a lo personal. A lo largo de la década larga ganada me tildaron de facho, cipayo, gorila, golpista, agrogarca que la única tierra que tiene es la que se le junta en los muebles, vendepatria, estúpido con el Clarín bajo el brazo, neoliberal beneficiado por un gobierno que terminó cuando tenía 20 años, cómplice de una dictadura que se acabó cuando yo tenía cuatro años de edad, fan del nazismo que finiquitó 34 años antes de que naciera y simpatizante de los conservas oligarcas que no ganan una elección hace 77 años. Y así y todo no voté al facho porque hay errores de los que no se vuelven. Pero muchachos, después de tanto cariño que me propinaron no iban a esperar que encima los vote a ustedes.

Perdieron a propósito

¿Pero saben por qué perdieron por sobre todas las cosas? Porque su Jefa los usó de peones una vez más. Porque desde que empezó la campaña jugó a perder, jugó a entregarle la banda y el bastón justamente al Ángel Exterminador. Hace un año que se los vengo diciendo y nada. Uds. por comodidad u omisión son cómplices de la entrega del país a los fachos. La Jefa sólo operó en función de sus intereses personales y de su cálculo político más individualista. Porque cuando se fue la macro economía a la merde intentó ajustar de a poquito desde enero de 2013 -devaluó de $6 a $8 en unas horas y subió las tasas a las nubes, y siguió devaluando centavo por centavo hasta llegar a los $10 este año, casi 70% en menos de tres años-; pero como no alcanza para saciar la sed de los grupos concentrados que ella nunca desconcentró porque es su principal cómplice, quiere que el trabajo sucio lo haga otro. Porque ahora los va a manipular para una -nada heroíca- "resistencia" artificial, para volver luego del "sinceramiento" que su propio candidato anunciaba detrás de la campaña negativa. Porque volvieron a recitar la cantinela del Turco del 99, donde él decía acuérdense del 89 ella dice del 2003, donde él decía ahora tenés verdes y te vas a Miami, ella te dice ahora te compraste una moto o un coche y te vas de vacaciones todos los años, donde él decía que no había hecho todo, pero que había hecho mucho nadie puede negarlo, ella dice que tuvimos una "década ganada". Y, donde en el 99 le auguraban al inimputable Fernandito un final como el del 89, ahora le dicen al Ángel Exterminador que vaya preparado el helicóptero. E igual que él en el 99, ella ayer chocó la Ferrari, a propósito.




© carlitosber.blogspot.com.ar 23 Noviembre MMXV
Permitida su copia, plagio o reproducción sin citar la fuente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario