El avance de las potencias centrales
Ametralladora alemana (Frente occidental, 1915) |
En 1915, la Primera Guerra Mundial creció en intensidad y extensión. La incomparable organización militar de Alemania permitió el avance de las potencias centrales en casi todos los frentes. A pesar de su mayor número de efectivos y de su superioridad naval, los aliados sufrieron incontables reveses.
El año empezó bien para los aliados pero enseguida empeoró. En enero, los cruceros británicos hundieron un barco de guerra e inutilizaron dos más en una batalla naval en la costa este de Inglaterra. Poco después una escuadra británica y francesa salió para arrebatar a Turquía el control sobre el estrecho de los Dardanelos, que une el Mar Mediterráneo con el Mar Negro.
Miembro de la caballería ligera australiana utilizando un rifle con periscopio, Gallípoli, 1915. |
Los atacantes bombardearon los fortines que vigilaban el estrecho y se acercaron para encontrarse bajo un fuego arrollador. Se perdieron varios barcos y 2.000 hombres antes de la retirada. En agosto, una incursión por tierra sobre Galípoli (la península que domina el estrecho) todavía resultó más desastrosa, con 70.000 bajas aliadas. Otros 40.000 murieron, fueron heridos o capturados antes de que se abandonara la ofensiva.
Los rusos también sufrieron contrariedades humillantes. Entre enero y abril avanzaron a través de Galitzia, entonces parte del Imperio Austrohúngaro (actualmente una región de Polonia). Sin embargo, en otoño, las fuerzas alemanas y austrohúngaras recuperaron la región y comenzaban a asolar a las provincias rusas occidentales. Las bajas rusas ascendían a un millón y medio de hombres desde el comienzo del conflicto. El zar Nicolás II asumió personalmente el mando del ejército. Aunque carecía de experiencia bélica, esperaba que su real presencia estimulara la moral de sus soldados, un tercio de los cuales combatía sin armas.
En el frente occidental, lo aliados emprendieron una ofensiva en Bélgica y Francia. Los soldaos salieron de sus trincheras y murieron a millares; y la línea aliada avanzó 1,5 kilómetros como máximo. Los soldados anglo-indios avanzaron 800 km en el interior de la Mesopotamia turca. Sin embargo, al llegar a Bagdad, los 19.000 hombres que integraban la ofensiva tropezaron con una resistencia enérgica. Retiradas hasta la ciudad de Küt-al-Amaras, las fuerzas indo-británicas fueron cercadas y sitiadas.
Nuevos combatientes se unieron en la lucha. En mayo, Italia, resucitando su antigua rivalidad con Austria-Hungría, abandonó la neutralidad y emprendió una serie de ataques a lo largo del río Isonzo. Los italianos ganaron poco terreno y perdieron cerca de 200.000 hombres. Bulgaria tomó las armas contra los aliados en octubre y consiguió subyugar a Serbia con la ayuda de soldados alemanes y austrohúngaros.
Cubierta de un submarino alemán (posiblemente el U 33 del Kl Siess) que operó en el Adriático. |
En febrero Alemania había incrementado sus ataques a los barcos británicos y declaró que cualquier buque que estuviera en aguas inglesas podía ser objeto de ataques submarinos. Docenas de barcos mercantes de muchas naciones fueron hundidos. El más famoso fue el trasatlántico Lusitania, atacado por los alemanes el 7 de mayo. Entre los 1.198 muertos había 128 estadounidenses, hecho que influyó a que la opinión pública norteamericana empezara a volcarse en favor de la intervención (impulsada por la propaganda del gobierno del presidente Wilson).
Nuevos métodos para matar
La nueva tecnología armamentista se añadió a los horrores de la guerra. Cada innovación engendraba su contrapartida que, a su vez, generaba otra invención en una espiral de violencia interminable. Los submarinos se utilizaban para defender las costas desde 1880, pero los alemanes recurrieron a ellos en forma ofensiva para romper el bloqueo británico. En 1915 se desarrolló el hidrófono, un micrófono diseñado para prevenir la proximidad de los submarinos. Así éstos se podían hundir con una carga de profundidad, recientemente inventada. La mayor capacidad de los aliados para detectar submarinos obligó a los alemanes a atacar más rápido, incrementando el riesgo de hundimiento de barcos equivocados (desarmados o de naciones neutrales).
Las bombas aéreas, lanzadas esporádicamente por los italianos en su campaña de 1911 contra los turcos otomanos en el norte de África, se emplearon en grandes cantidades por primera vez en febrero, cuando los dirigibles alemanes empezaron a bombardear áreas de Inglaterra. Aunque el káiser había ordenado que sólo se disparara contra objetivos militares, la precisión no era técnicamente posible. A fines de ese año, 700 personas se contaron entre los muertos y heridos que produjeron los 55 ataques realizados. En marzo, los escuadrones de aeroplanos británicos empezaron a bombardear trenes que transportaban soldados alemanes. Las bombas, acopladas en el fuselaje, caían cuando el piloto tiraba de una cuerda. En 1918, ambos bandos utilizaban aeroplanos cuatrimotores enormes cargados con toneladas de explosivos. Los bombarderos estaban escoltados por aviones de combate pequeños y ágiles al mando de los primeros “ases del aire”, como el alemán Manfred von Richthofen (conocido como el “barón rojo”), el francés René Fonck, el británico Edward Mannok y el norteamericano Eddie Rickenbacker. Los combates aéreos proporcionaron un campo de acción al valor individual en una guerra de masas e impersonal.
Otra arma nueva fue el gas venenoso, símbolo de la guerra de masas e impersonal, e indiscriminada. Los alemanes la emplearon pro primera vez en el frente ruso, en enero de 1915. En abril empezaron los ataques regulares con gas en el frente occidental, en Ypres, Bélgica. Los aliados pronto respondieron del mismo modo. Ambos bandos empezaron a utilizar máscaras protectoras, pero pronto se inventaron nuevos tipos de gases que penetraban la piel. Atrapados en las trincheras, hombres y ratas murieron del mismo modo, agonizando lentamente.
Un bombardeo químico típico durante la Primera Guerra Mundial |
Documental
Segundo episodio del documental británico "La Primera Guerra Mundial en colores", que relata los principales acontecimientos de 1915.
© carlitosber.blogspot.com.ar, Junio 30 MMXIV
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