El Ladricorporativismo vuelve a sus raíces
El 27-O significó el retorno a la “liga” de los señores feudales del Interior -con la muerte definitiva de artificio de la “transversalidad” y una vuelta al “pejotismo” más desembozado, que durante la campaña había empezado a esbozarse- y el abandono de las dos tendencias internas que buscaban eludir el “ajuste” hasta el recambio presidencial de 2015. La pelea entre la tendencia del Polémico Willy (que buscaba hacerlo a través del intervencionismo estatal a favor de los grupos concentrados nacionales y transnacionales, con los famosos acuerdos y pactos con los “tirulares”) y la del ex ministro de Economía, el impresentable “Me quiero ir”, al que al final lo fueron (que buscaban volver al endeudamiento extenerno, es más tenían un préstamo millonario al que sólo le faltaba la firma, que el Amado Vice no se animó a ponerle el gancho durante su mes como “provisional”) tuvo como telón de fondo la caída en picada de las reservas, la quiebra del fisco, el derrumbe energético y una inflación galopante que se comió los salarios antes de que se termine el año. El Ladricorporativismo recupera figuras de los dorados 90, como el Goberna Chaqueño Coqui, ex jefe de Gabinete durante la presidencia del Cabezón de Lomas de Zamora, que vuelve ahora a ocupar el mismo cargo.