Para enfrentar a “la derecha”, el mejor remedio es parecerse
Después de haber denunciado tantas conspiraciones de “la derecha”, el Ladricorporativismo sigue quitándole el discurso. Luego de la reaccionaria apelación a los “titulares” de los grupos concentrados, ahora llega la hora del retrógrado discurso de la “mano dura”. Es sabido que detrás de la inseguridad cotidiana está la unión entre el delito organizado y los aparatos policiales, los punteros y sus jefes políticos. Pues bien: en nombre de la inseguridad, el gobierno ha decidido reforzar esos mismos aparatos sospechados y nefastos. Un partidario de la “mano dura”, el mini goberna de Ezeiza, un Bombita Rodríguez al Revés –porque es facho y no causa risa–, ha sido colocado al frente de la seguridad bonaerense, y el mini goberna de Lomas, candidato ladricorporativista en el distrito, quiere someter al régimen penal carcelario a los jóvenes desde los catorce años. Todos sabemos que el actual sistema carcelario es una verdadera escuela del delito. Y si a esto le sumamos, los cambios en el Ministerio de Seguridad Nacional, la represiva Ley “Antiterrorista”, el despliegue de la Gendarmería del Proyecto X en el GBA; ¿dónde quedaron los “derechos humanos”?
En realidad, más allá del barullo, todo esto no es más que una nueva vuelta de tuerca en la misma política represiva que se viene imponiendo en todo el país y en todos los niveles con algunas modificaciones circunstanciales de discurso y de forma de representar las cosas. Si uno mira los informes de las ONGs independientes o simplemente lee los diarios con un poquito de espíritu crítico, uno se da cuenta de que todas las modalidades represivas no han hecho más que incrementarse en la “década ganada” y, en particular, basta caminar por cualquier barrio del Conurbano Bonaerense para ver hasta qué punto llega el nivel del militarización con retenes en los barrios “peligrosos” que piden documentos, les preguntan a dónde van y los revisan a todos los que entran y salen –siempre que tenga aspecto de trabajador, porque si uno viene en un Audi 0 Km, por supuesto, ni lo molestan–.
El Bombita Rodríguez al Revés de Ezeiza al que el Ladricorporativismo ahora lo llama “pionero”, lo ha sido en el reclutamiento de ex policías, en su gran mayoría exonerados de la fuerza, y en el panóptico de las camaritas de vigilancia. Lo cierto es que en el 2003, el mini goberna de ezeiza estrenó un programa llamado “Tolerancia cero” en el distrito: en ese programa lo que hacía era publicar de un saque la cantidad policías disponibles para patrullas las calles del municipio, movilizando a los que estaban en actividad y poniendo en las comisarías a estos ex policías retirados y exonerados. Uno de los ex policías que reclutó, por ejemplo, uno conocido en Fiorito como “El Mataguacho”, que no se lo pusieron los demás, sino que se lo puso él mismo, porque se ufanaba de “limpiar” las calles de “pibes chorros” –en realidad los “guachos” que “limpiaba” eran los “pibes chorros” que no robaban para él y comisaría 5ta. de Lomas de Zamora, donde hubo varios oficiales condenados por “gatillo fácil”–. El “Mataguacho” ejecutó el 3 de enero de 2003 a un pibe de 16 años de un tiro en la sien. Lo fusiló desde su auto, un Falcon preparado y pintado de colores vistosos, porque él se hacía ver porque se creía "intocable". Cuando fue inculpado por el crimen, el municipio de Ezeiza y toda la cuadrícula en la que operaba allí, salieron en su defensa dándole una coartada. Obviamente los vecinos demostraron la verdad y fue condenado a 13 años de prisión. Ése es el modelo de “policía comunal” del Bombita Rodríguez al Revés de Ezeiza.
Del 83 a esta parte La Bonaerense, como todas las policías provinciales, han funcionado con el péndulo del “garantismo” a la “mano dura”. Pero la estructura sigue existiendo y el gran delito organizado en la provincia sigue estando a mano de La Bonaerense. Como en Santa Fe se “descubrió” el año pasado, y ahora en Córdoba, con un escándalo similar. El Ladricorporativismo intenta recuperar votos que perdió a manos del mini goberna de Tigre tomando “la agenda de la derecha” tomando mucho del discurso de la nueva vedete de La Cadena Ilegal Nacional del Desánimo y del peronchismo garrochero, en especial la liga de mini gobernas del Conurbano Bonaerense que el Cabezón de Lomas de Zamora logró reclutar en los 90, y el Ladricorporativismo logró cooptar con la suculenta billetera del Estado Nacional.
Pero a no confundirse, el verdadero Ladricorporativismo no es un discurso en una plaza o una justificación intelectualoide por televisión, el verdadero Ladricorporativismo es esto. Así como junto a los grupos concentrados sienta a la burocracia sindical en la charla con los “titulares”, en la provincia de Buenos Aires se asienta en el poder de la burocracia de los mini gobernas, que ahora alardean vistiendo un chaleco antibalas como si fueran matones.
La Gendarmería, que ahora hace un televisivo operativo de saturación en todo el Gran Buenos Aires, es la misma que instauró el espionaje a gran escala en el país: el Proyecto X y su software que entrecruza información. Lo que se necesitan son enemigos. El Niño Cincuentón que sueña con ser presidente y gobierna el Artificio de Ciudad Autónoma en la campaña política eligió de enemigos a los trabajadores de los subtes, los demonizó y les echó la culpa de todo lo que pasaba en la Ciudad. Ahora el Ladricorporativismo hace lo mismo con la juventud pobre, con la juventud de los barrios. La convierten en un demonio, la criminalizan y ahora la responsabilizan de todos los males sociales.
Para encontrar una solución a un problema hay que hacer una correcta caracterización de sus causas. Un gobierno cómplice de las mafias, es incapaz de hacerlo obviamente. Quién dirige el aparato que tiene en sus manos el crimen organizado (secuestros, narcotráfico, trata, desarmaderos, asaltos comandos a bancos y blindados, fuga de presos peligrosos). Pero el tema es que siempre que se desbarata una banda, siempre salta el “botón”: siempre hay algún funcionario de las fuerzas represivas del Estado implicado “casualmente”. Y con conexiones políticas, por supuesto. Si hablamos del “chiquitaje”, quién es el que recluta a esos chicos en los barrios luego de convertirlos en mano de obra esclava pasándoles paco para tenerlos dominados y después mandarlos a robar, y que cuando no roba le pega un tiro en la espalda y siempre tiene un juez y algún político prestos para lograr su absolución inmediata.
Si vamos a hablar de la inseguridad hablemos de la verdadera inseguridad. La verdadera inseguridad es la policía, es la gendarmería, es la prefectura en la calle, y es la corporación política que nos gobierna hace más de 20 años y que vive y se retroalimenta de la decadencia, y por ende jamás va a estar dispuesta a superarla. Todos gobernaron a su debido turno y todos reprimieron cuando tuvieron oportunidad de hacerlo. Todos los políticos que los medios oficialistas y "corporativos" ofrecen como alternativas tienen las manos manchadas de sangre y son corresponsables de que desde el 10 de diciembre de 1983, haya casi 3.000 chicos víctimas del gatillo fácil.
© carlitosber.blogspot.com.ar, Septiembre 14 MMXIII
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